España cumplió su objetivo y pasó segunda del grupo C a la segunda fase del Mundial de Túnez, sólo por detrás de Croacia. El conjunto que dirige Juan Carlos Pastor termina la primera liguilla como conjunto más realizador del Mundial, con un total de 191 goles, a cuenta de las goleadas contra Japón y Australia: los 51 tantos anotados contra los aussie suponen el récord en la historia de la selección.
España comenzó su andadura contra dos rivales débiles como Japón y Australia, a los que goleó por 41-22 y 19-51, respectivamente. El partido contra los japoneses fue más complicado, con todo, porque la selección tardó algunos minutos en ajustar la defensa y frenar a unos jugadores nipones no muy brillantes en el aspecto técnico, pero sí rapidísimos. Sin embargo, con José Javier Hombrados en la portería –tuvo un 60 por ciento de efectividad en las paradas–, Rubén Garabaya, Íker Romero y Juanín García anotaron con fluidez hasta conseguir 18 goles entre los tres. Contra los australianos, el partido fue un verdadero paseo y España, además de repartir minutos entre todos los jugadores, se dio un festín al contragolpe: los extremos Albert Rocas, David Davis y Juanín García sumaron tantos goles como todo el equipo australiano, y además, Demetrio Lozano anotó otros siete y dio estabilidad al ataque estático. Suecia era la primera oportunidad para calibrar el potencial de España y el comienzo del partido fue desastroso. La defensa, con un sistema 5-1, no funcionó y permitió al extremo Johann Petersson anotar siete tantos al contragolpe, ya que en ataque las pérdidas de balón, los errores en el pase y los lanzamientos a la madera propiciaron una desventaja de ocho goles. Sin embargo, Juan Carlos Pastor supo rectificar y Mariano Ortega, junto con el nacionalizado cubano Rolando Uríos –ambos anotaron 11 goles–, dio consistencia a la primera línea ofensiva, mientras que Albert Rocas, muy activo, consiguió seis goles. Así, España consiguió hacerse con la iniciativa del partido y endosar a los suecos un parcial de 12-27, en unos minutos finales extraordinarios, en los que la diferencia creció hasta los definitivos siete goles. Contra Croacia, en cambio, el comienzo fue excelente. Con una defensa en profundidad, dispuesta en un esquema 3-2-1, España consiguió una renta de seis goles mediada la primera mitad, pero la campeona mundial y olímpica apretó en defensa y rompió el ritmo ofensivo de España: que el máximo anotador fuera Juanín García, que consiguió seis de sus nueve goles desde el punto de penalti, explica la dureza defensiva de los hombres de Lino Cervar. En ataque, la primera línea croata impuso su mayor efectividad: con Juancho Pérez en el banquillo, el central Ivano Balic y el lateral Blazenko Lackovic fueron una pesadilla para sus defensores y anotaron 16 goles. A expensas de una derrota de Croacia –que no se produjo– contra Suecia, España cumplió el trámite contra Argentina. Pastor pudo repartir minutos entre todos los jugadores y solventó el partido en la segunda mitad, contra un combinado suramericano que echó en falta la aportación ofensiva de Eric Gull desde los nueve metros. De nuevo el extremo Juanín García fue el máximo anotador del combinado nacional, con seis tantos, mientras que Juancho Pérez sumó cinco goles. De este modo, España pasa con dos puntos al grupo II, mientras que Croacia lo hace con cuatro. Suecia pasa a la segunda fase sin ningún punto, mientras que Japón, Argentina y Australia quedaron eliminados.
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