Actores: Bahia Haifi, Noam Jenkins, Kelsey Asbille, Merik Tadros, Taymour Ghazi, Eddie Ka
Género: Histórico
Duración: 93 Minutos
País: Estados Unidos
Año: XXII
La Religión Cristiana siempre ha estado en boga, sobre todo el Nuevo Testamento de la Biblia, que a lo largo de la historia del cine, ha dado pie a muy distintas adaptaciones y recreaciones, todas ellas mayormente expuestas en la pequeña pantalla durante la festividad de Semana Santa. La más recordada y considerada quizá sea La Pasión de Mel Gibson, que fue sumamente comentada por la crudeza con que reflejaba la trama. Casi todas las versiones son fieles al libro sagrado, si se excluye La vida de Bryan, comedia escrita y producida por los Monty Python.
El próximo viernes llegará a las salas Llena de gracia, nueva película del director estadounidense Andrew Hyatt. Busca experimentar lanzando esta revolucionaria idea, que gira, al igual que las cintas mencionadas anteriormente, en torno al nacimiento, vida y muerte de Jesús. Esta vez, no obstante, se busca hacer una variante y toda la narración es transmitida desde la perspectiva de la virgen María, madre del Mesías. El argumento se centra en un periodo post mortem del hijo de Dios, cuando Pedro se siente abrumado ante el deber que le encomienda su Maestro, ir por el mundo anunciando la palabra Sagrada. En los momentos de confusión el apóstol se dirige a la santa Madre buscando su ayuda y consejos. Ella le aportará la luz y paz que está buscando.
Pensar en reconstruir la segunda mitad de la Biblia desde el punto de vista femenino es brillante, pues, pese a lo que figura escrito, ningún film ha querido mostrar tan de cerca los sentimientos de la virgen. Al recordar tan solo los avatares vividos por el eterno protagonista, en la mayoría de ocasiones se pierde la visión global de los acontecimientos. ¿Cuál es el problema aquí entonces? El momento en que se fundamenta el nudo de la acción. Más allá de relatar el periodo del embarazo o el nacimiento, en los que María tuvo un papel clave, el metraje hace muchísimo hincapié en Pedro y en la relación de este con la mujer.
Los momentos de lucha que atravesaron ambos, siempre en mutua colaboración, han permanecido vedados al gran público. Solo ahora se darán a conocer, pero aun así, el largometraje hubiese ganado muchos puntos si tratase temas más enfocados solo en ella. Llegar a saber cómo vivió la visita del ángel, el posterior tormento al ser juzgada por todos habiéndose quedado embarazada sin convivir con José, o incluso la propia niñez del hijo de Dios resaltaría mejor su papel como madre y mujer. Así se propiciaría un mayor acercamiento del público a su figura, una humanización que funcionaría a la perfección. El enfoque no acertó del todo.
Otro punto débil en la producción es la interpretación. Partiendo de la base de que ninguno de los actores es excesivamente conocido, su trabajo se queda algo corto. Su inexpresividad general lastra al conjunto con un aire de indiferencia o incluso pesadez. Un tema potencialmente interesante necesita explotarse y compaginarse con personajes que estén a la altura y en este caso la autenticidad es un asunto pendiente. Un estreno que podría haber sido objeto de mil alabanzas y comentarios quedará a la sombra por la falta de promoción y la mala elección del elenco.
Comentar
Imprimir
Enviar