Actores: Burghart Klaußner, Ronald Zehrfeld, Jörg Schüttauf, Sebastian Blomberg, Laura To
Género: Drama
Duración: 106
País: Alemania
Año: XXII
Todos los países han dibujado su historia a base de luces y sombras, Alemania no es ninguna excepción y pese a los enormes progresos que ha ido viendo a medida que crecía, es innegable que los horrores de la II Guerra Mundial y la lamentable matanza de judíos inocentes han manchado su buen nombre, pero aún existen personalidades partidarias de la memoria histórica que no descansarán hasta que se haga justicia con lo que realmente ocurrió.
Puede que el ejemplo más importante este representado por el fiscal Fritz Bauer, quien logró llevar a juicio al militante de la SS Adolf Eichmann, no sin antes atravesar un oscuro túnel lleno de traiciones, reflexiones interiores y encrucijadas que traspasan la línea profesional. El cineasta almenan Lars Kraume logra reflejar en la gran pantalla la difícil hazaña que tuvo que enfrentar Bauer. Una hazaña que planteaba siempre la misma cuestión crucial ¿Merece la pena traicionar a mi país para destapar este caso? Su respuesta fue afirmativa, aun a sabiendas de lo que le esperaría después.
El filme está en todo momento a la altura de las circunstancias, manteniendo la tensión y el interés del espectador constantes como pocas películas consiguen. El punto de partida, con un protagonista víctima de atentado a punto de ahogarse en su bañera, pone al público en antecedentes de lo que va a ver. Apuesta por la fuerza visual, que alterna con los dilemas psicológicos de los personajes, lo que ayuda a conocerlos muy en profundidad.
Lo mejor del largometraje es la alta fidelidad a la hora de capturar la ambientación de la época y de dibujar a la atracción principal del parque. Ese señor Bauer, atormentado en lo personal y modesto en sus formas que, sin embargo, esconde entre sus manos una empresa mucho mayor de lo que si quiera él podría imaginar. Se palpan la valentía y fortaleza a la hora de destapar un caso traicionando para ello a la tierra que le vio nacer. Una tierra que parece haber olvidado toda la barbarie, pero sobre la que él consigue hacer justicia arriesgando su propia vida.
Pese a que las interpretaciones funcionan de modo brillante y el conjunto resulta notable, es necesario destacar algunos puntos negativos. Los argumentos secundarios, entre los que cabe señalar las infidelidades, homosexualidad y monótona existencia de un ayudante entre las cuerdas, quedan deslucidos en comparación con el punto central. Se echan en falta unos cuantos minutos más dedicados a este hombre que también es obligado a elegir y que sufre un calvario comparable al de Bauer. El director no acertó quitándole tiempo de metraje.
Otro pequeño problema llega de la mano del ritmo en la narración. A medida que avanza la trama, este se ralentiza progresivamente, y ciertos aspectos de suma importancia parecen pasar de largo. Sin embargo, es innegable que merece la pena darle una oportunidad. Sorprende el hecho de que, sin llegar a ser en absoluto comercial, supera la falsa barrera de producción malucha que suele acompañar a este tipo de proyectos sin sello americano, sobre todo para ciertos espectadores que se niegan a admitir cualquier tipo de buen cine más allá del estadounidense o inglés. Esta cinta le hace un gran favor a los hechos reales en que se basa.
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