Actores: Mila Kunis, Channing Tatum, Eddie Redmayne, Sean Bean, Doona Bae, Douglas Booth
Género: Acción
Duración: 127 minutos
País: EEUU
Año: XXII
Los hermanos Wachowski, Lana y Andy, escribieron y dirigieron hace más de quince años una de las películas más exitosas en la historia de la ciencia ficción. Se trataba de la saga de Matrix, que contaba la historia de Thomas Anderson, o mejor conocido como Neo, un hacker que recibe una misión un tanto peculiar. Estas películas de carácter futurista no son las únicas de gran éxito de ambos hermanos, también se podrían mencionar V de Vendetta, El atlas de las nubes o Speed Racer, entre otras muchas.
No obstante, el gran imperio cinematográfico de los hermanos Wachowski peligra ante su nuevo trabajo: El destino de Júpiter. Siendo fieles a su género predilecto de la ciencia ficción, en esta ocasión presentan la historia de Jupiter Jones, una joven inmigrante rusa en los Estados Unidos que se gana la vida como limpiadora en Chicago y es poco afortunada en el amor, cuya vida no aspira a nada más. Pero, como en la mayoría de películas de estos directores, el protagonista, en este caso ella, está destinado a salvar a la humanidad.
Júpiter no sabe que posee la misma composición genética que la reina del universo, lo que la convertiría en la dueña de la Tierra, lugar donde habitan los humanos, los cuales son considerados como esclavos en este mundo irreal creado por los directores de la película. De esta manera, se convierte en la mayor enemiga del imperio y en el blanco principal de los Abrasax, tres hermanos que se reparten la galaxia por herencia. Para acabar con la joven, enviarán a unas extrañas criaturas a la Tierra, las cuales intentarán raptarla cuando esta se encuentra en una clínica donde la van a sedar. Caine, un ex militar genéticamente modificado procedente de otro mundo, irá en su ayuda, pero tendrá serias dificultades para llevar a cabo la misión que le han encomendado.
Caine le hará saber a Júpiter que las estrellas estaban situadas de tal manera en la noche en la que la joven nació, que podría ser la próxima reina del universo. A partir de ahí empezará la verdadera aventura, saliendo ambos de la Tierra para combatir en otros planetas.
Ya cualquiera puede prever que entre ambos personajes surge una historia de amor llena de complicaciones, dudas y miedos, muy típica del cine americano. Sin embargo, las interpretaciones de Mila Kunis y Channing Tatum son muy flojas y es evidente que entre ambos no hay química, solo una exhibición del atractivo de ambos. Además, esta relación imposible entre una humana, insistente e impulsiva, y un ser diferente, que rehuye del amor por miedo al qué dirán y qué sucederá, recuerda en gran medida a la empalagosa historia de Crepúsculo. Los hermanos Wachowski, presionados por los éxitos del cine comercial, han querido que parte de su público objetivo fuesen los adolescentes, pero también los adultos, por lo que se percibe que no han definido coherentemente sus prioridades, ofertando un producto ambiguo y desconcertante en todo momento.
Mila Kunis, más acostumbrada a papeles secundarios o a compartir protagonismo, se queda muy atrás de lo que es verdaderamente una actriz protagonista. Ante la falta de carisma, su interpretación carece de la suficiente fuerza para ser la imagen que representa la película. Otro fallo, aunque en esta ocasión no se le puede atribuir a ella, es la falta de pulir correctamente el personaje, ya que es entrañable para los espectadores, pero no se aprecia claramente su evolución como persona y heroína. Algo similar sucede con más personajes que, ante la falta de precisión y trabajo en el guión, se quedan en algo muy simple cuando podrían dar mucho más juego a la trama.
Por su parte, Channing Tatum, dentro de su papel de protector y amante dolorido por no querer enamorarse, es bastante simplón, aportándole mayor debilidad al conjunto de las interpretaciones.
El malo de la película está encarnado por Eddie Redmayne, nominado este año al Oscar como mejor actor por La teoría del todo. Sin embargo, su colaboración en El destino de Júpiter deja mucho que desear, interpretando a un malvado que no impone y que carece de superioridad. Impresiona que un actor tan bien valorado en los últimos años y que ha ido cobrando importancia con cada trabajo que ha realizado hasta el momento, se haya prestado a ser partícipe de semejante proyecto. Un error que puede dejar huella en su talentosa trayectoria.
Los directores ya eran conscientes de la multitud de errores del largometraje, por lo que decidieron retrasar su estreno, que en un principio estaba previsto para el verano pasado. Aún así, esos fallos siguen siendo evidentes, sobre todo para el público que quiera comparar la película con Matrix o no solo vayan al cine a buscar un ingenuo entretenimiento, sino una historia que les haga reflexionar, como fue el caso de V de Vendetta en su momento, por ejemplo. En el caso de El destino de Júpiter la crítica se la lleva el sistema capitalista, pero la libertad de expresión que ejercen los hermanos directores no es tan evidente como en sus anteriores trabajos, apostando más por lo comercial.
También, es muy típico en este tipo de grandes producciones dirigidas a un amplio público el humor propio de Hollywood. Sin embargo, en esta ocasión puede que los comentarios más graciosos no encajen a la perfección con la trama propuesta.
En definitiva, se trata de una película un tanto mediocre, de la que se podría destacar como puntos positivos la banda sonora, a cargo de Michael Giacchino, y las escenas de acción, muy bien trabajadas y excitantes, aunque al mismo tiempo excesivamente repetitivas e incomprensibles. Muy lejos de ser una película para los Oscar, no hay que descartar que el año que viene pueda estar nominada a algún premio Razzie.
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