Actores: Lea van Acken, Franziska Weisz, Florian Sletter, Ramin Yazdani...
Género: Drama
Duración: 107 minutos
País: Alemania
Año: XXII
En 2008 llegaba a la gran pantalla una película algo polémica. El cine español explotaba su creatividad para presentar un largometraje que no agradaría a todos los públicos: Camino, que se convertía en el nuevo éxito de Javier Fesser y un importante paso en la carrera artística de Nerea Camacho, quien interpretaba a Alexia González-Barros, una niña que falleció con tan solo 14 a causa de un tumor, pero cuyos últimos momentos, donde mostró su amor incondicional a Dios, fueron inspiradores.
Sin embargo, lo que parecía una película inocente, que tomaba su título del libro escrito por San Josemaría Escrivá de Balaguer, se convirtió en una clara crítica al Opus Deis y al fundamentalismo religioso. Miembros de este grupo y otros católicos se mostraron ofendidos ante el contenido de la trama.
Pero la crítica no ha hecho más que empezar. Por su parte, Alemania ha barajado la misma carta con el objetivo de hacer una crítica contra el catolicismo llevado a su más extrema interpretación. No obstante, la carta que ha tirado sobre la mesa es una oferta más moderada a la hora de tratar este tema tan delicado.
La idea de Camino de la cruz surge de las experiencias que vivió su director, además de guionista, Dietrich Brüggemann, cuando de pequeño estudió en un internado de estrictos ideales católicos. Aunque la película no es antirreligiosa, su creador defiende la existencia de una sola vida y un solo mundo terrenal, al no haber pruebas de la existencia de una divinidad.
Esta película alemana no se centra tanto en la crítica, como es el caso de Camino, sino en los sentimientos que se chocan dentro de una joven muchacha, que vive enfrentada a dos mundos y duda sobre qué camino seguir en su vida.
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