Actores: Barry Ward, Andrew Scott, Jim Norton, Francis Magee, Denise Gough
Género: Historia
Duración: 109 minutos
País: Gran Bretaña
Año: XXII
En Jimmy´s hall el director Ken Loach apuesta por trasladar a la gran pantalla una historia basada en hechos reales. Jimmy Gralton era un activista político que, en medio del esplendor que irradiaba América en los felices años 20 decide desafiar al poder de la Iglesia frente a sus férreos convencionalismos sociales sobre la libertad de expresión y las restricciones en torno a una sociedad que se ahogaba en sí misma.
Idealista y luchador decide abrir una pequeña sala de baile en pleno entorno rural y un lugar en principio tranquilo e inofensivo, donde se reúnen los amigos para organizar fiestas termina convertido en un hervidero de ideales, de sueños y de gritos ahogados por una libertad ciudadana que casi brilla por su ausencia. En vista del peligro que esta puede llegar a representar para la autoridad religiosa, el salón se ve obligado a cerrar y así permanece hasta que su fundador decide armarse de valor y regresar a instaurar los fundamentos por los que un día luchó, pero ahora deberá lidiar con los peores momentos de la Gran Depresión, que amenaza con haberse llevado todo lo que creía conocer.
El punto de partida es sencillamente genial. El pretexto histórico perfecto para construir una película para el recuerdo, de esas que se quedan grabadas en la memoria del espectador y de las que siempre recomienda cuando le piden consejo. Contaba con varios factores para ser una producción ejemplar. Por un lado la recreación temporal y ambiental. Si ese reto se supera con éxito parece que se tendría gran parte el camino andado. Por otra parte está la fidelidad a la historia auténtica, otro pilar importante para triunfar. Bien. Estos dos puntos han sido en este caso abordados de una forma bastante decente, lo cual parece positivo en principio. Sin embargo, aún queda un factor clave por analizar y ese es la interpretación de los actores. Este es uno de los principales motivos por los cuales el filme no llega a ser lo que en un principio prometía. Ninguno de los participantes se mete en la piel de su personaje de forma totalmente convincente.
La voz cantante la lleva indiscutiblemente el actor principal que encarna a Jim y es a él precisamente a quien más fuerza le falta en sus declamaciones. Se ve que intenta hacerlo lo mejor que puede, y no resulta del todo mal, pero algo falla. Teniendo en cuenta las pretensiones y lo hondo que se quiere ir con un argumento así lo necesario es un líder arrollador y carismático que lleve la batuta de por sí y aquí eso no logra verse por ningún lado. Más bien el público se encuentra con alguien que actúa correctamente y le quita el alma a la trama, haciendo que esta se transforme en una narración más que no se diferencia en nada de otras del montón de las que se dijo “Mucho ruido y pocas nueces”.
Según lo que buscan inspirar, este largometraje debería estar a la altura o incluso superar a otros anteriores como El discurso del rey o 100 años de esclavitud, pero dicha pretensión no pasa de ahí. En ningún momento puede equipararse con ellas. Un ejemplo de película de corte histórico que si merecía la pena estudiar detenidamente fue Criadas y señoras, pero desde su rodaje y lanzamiento pocos proyectos se han visto tan magistrales y dignos de admiración.
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