Actores: Romain Duris, Audrey Tautou, Omar Sy y Gad Elmaleh
Género: Drama
Duración: 125 minutos
País: Francia
Año: XXII
Nadie mejor que el director francés Michel Gondry para adaptar a la gran pantalla una de las grandes novelas de la literatura francesa como es La espuma de los días del escritor Boris Vian. La novela de 1946 se traslada así ahora a las salas de cine de la mano de un grandísimo cartel de actores que intentan, sin mucha fortuna, elevar la historia a otro nivel.
Romain Duris, Audrey Tautou, Omar Sy y Gad Elmaleh dan vida a los protagonistas de esta surrealista historia de amor convertida en una gran metáfora sobre la vida que queda eclipsada por la extrema apuesta visual que inunda prácticamente toda la cinta. El argumento gira en torno al amor que surge entre Colin (Romain Duris) y Chloé (Audrey Tautou), un millonario algo excéntrico que cae rendido ante los encantos de una bella y frágil Tautou. Pero la magia que les rodea quedará rota cuando Chloé contrae una rara enfermedad al alojarse un nenúfar en uno de sus pulmones. El comienzo y el final de un amor desenvuelto en un mundo, en algunos momentos idílico, en el que animales humanizados, plantas y objetos, de todo tipo, cobran vida.
Después de hacerse un hueco entra la crítica y el gran público con películas como Olvídate de mi (2004), o La ciencia del sueño (2006) Gondry acepta el reto y decide adaptar la novela de Vian compaginando el surrealismo de la obra original con el estilo propio que caracteriza al director galo. Aunque en esta ocasión la espectacular puesta en escena ha llegado incluso a ahogar la interpretación de tan grandes actores. El cartel de lujo con el que cuenta la cinta no consigue brillar, a pesar de sus trabajadas interpretaciones, posiblemente porque el esfuerzo del director en los efectos visuales ha hecho mella en la dirección de los actores.
Algunos ya han apuntado a que esa abrumadora estética de la que ha sido la inauguradora oficial del festival de Karlovy Vary, en la República Checa, es la excusa perfecta para intentar ocultar una historia sin demasiado argumento. Y es que lo cierto es que una gran obra de la literatura, de esas denominadas como de culto, no asegura el éxito en las salas, donde la imaginación del espectador no juega el mismo papel que la del lector.
Aún así, todo aquel que no conozca de cerca la particular personalidad que Gondry refleja en sus películas, tiene una gran oportunidad para descubrir el mundo de artilugios del director francés que, partiendo de la obra de Vian, crea un espacio insólito donde lo cómico y lo trágico conviven a la perfección. Lo funambulesco y la cruda realidad se dan cita en nuestros cines a partir del 27 de septiembre, cine europeo diferente, apto para soñadores.