El talento de Bélgica no tiene fin, siempre habrá algún mago dispuesto a salvar los 3 puntos con alguna diablura o truco magnífico. Los belgas no han convencido en sus anteriores partidos, y solo una genialidad de Hazard les salvó del empate en su último encuentro. Pero eso es Bélgica, talento puro y joven aún por pulir, que lleva a hombros la ilusión de toda una nación. Su grupo era fácil, cierto, pero tras el descalabro del fútbol europeo en este Mundial no queda otra que alabar la clasificación de los belgas para los octavos de final y como primera de grupo, pues torres más altas han caído. Bélgica se destapa como candidata a llegar lejos en este Mundial tras la victoria cosechada ante Corea gracias a un solitario gol de Vertonghen.
Con los deberes hechos Wilmots alineó a un equipo formado por los menos habituales, en donde Januzaj brillaba con luz propia. La jovencísima perla del Manchester United, con solo 19 años, debutaba en un Mundial para firmar el primer capítulo de lo que parece será una larga historia futbolera. Enfrente, Corea del Sur, a la espera de un milagro para acceder a octavos, no mostraba un equipo con suficientes argumentos para rebatirle la victoria a Bélgica.
Durante los primeros compases del partido, no obstante, los asiáticos, sabedores de la necesidad de una victoria para soñar con los octavos empezaron dominando el balón. Pese a gozar de la posesión no encontraban el modo de sembrar peligro sobre los dominios de Courtois.. Tardó Bélgica en despertar, quizá adormilada pensando ya en el inminente cruce de octavos. Pero un equipo formado por Mertens, Mirallas o Dembélé entre otros necesita poco para hacer peligro y así fue. En el minuto 28 llegó la primera ocasión clarísima del encuentro en las botas del propio Mertens, que se encontró un balón suelto en el punto de penalti. Debió imaginar la celebración, esprintando por el césped a la par que todo el equipo corría detrás de él, celebrando el gol que ponía a Bélgica una vez más por delante en el marcador en un Mundial de ensueño… Pero en eso quedó todo, en un sueño. Se rompió el jarrón de la lechera mientras su disparo se iba a las nubes. Perdonó Bélgica y respondió Corea con una doble ocasión que necesito del mejor Courtois para evitar el tanto asiático. El arquero Belga estuvo enorme en la noche de ayer. Cuando ya agonizaba el primer tiempo un feo plantillazo de Defour le valió la expulsión, dejando a Bélgica con 10.
Con la inferioridad numérica belga el partido se abrió y Corea empezó a dominar el encuentro. Solo el travesaño evitó el tanto de Chung-Young, en un centro chut que pilló descolocado al portero. Pero, otra vez, Bélgica sin hacer esfuerzo tuvo la ocasión más clara y esta vez no la desaprovechó. Vertonghen se valió de un mal rechace de Seung-Gyu, el portero coreano, para marcar el 1-0 en claro fuera de juego y terminar, de paso, con la historia del partido. Bélgica está donde se merece, por talento y juventud y Corea abandona el Mundial sin pena ni gloria. Esta vez, como muchas ocasiones en el fútbol, simplemente ganó el mejor.