Tras sus respectivas victorias en la primera jornada se enfrentaban Colombia y Costa de Marfil con un objetivo claro: asegurarse casi de forma matemática el pase a octavos. Finalmente fue Colombia quien se llevó los tres puntos con goles de James Rodríguez y Quintero, colocándose con 6 puntos como sólido líder de su grupo. Los sudaméricos no participaban en unos octavos de la Copa del Mundo desde 1990.
El partido amaneció trabado, sin grandes jugadas ni combinaciones con peligro. La igualdad entre Colombia y Costa de Marfil era máxima, ambos cerrando bien los espacios, lo que dificultaba las combinaciones y la fluidez del juego. Ese tono gris del partido lo empezó a pintar de amarillo Juan Cuadrado, el futbolista de la Fiorentina, la estrella de la ‘cafetera’ junto con James Rodríguez tras la traumática ausencia de Radamel Falcao. El delantero fue el único que intentó cambiar el guión y hacer disfrutar a los espectadores que acudieron a Brasilea para ver a los dos mejores equipos del grupo C. La primera gran oportunidad llegó, por fin, en el minuto 30. En una monumental contra montada por Colombia, iniciada, quién sino, por Cuadrado que prolonga a un galopante James Rodríguez para que este coloque el esférico perfecto, solo para empujarlo a línea de gol, pero Gutiérrez la pegó mordida y no pudo dirigir el esférico entre los tres palos. En el bando contrario Costa de Marfil, capitaneados por Yaya Touré, no conseguían hacerse con el control del balón y cuando lograban tal hazaña eran castigados por los fugaces contraataques colombianos. La primera parte terminó evidenciando los problemas defensivo de los africanos, especialmente en la banda derecha, en donde Boka fue un constante coladero frente los habilidosos delanteros colombianos.
Al inicio de los segundos 45 minutos mando un tímido aviso Costa de Marfil con un tiro de falta de Yaya Touré que atrapó sin problemas Ospina. Pero todos seguía igual, el rey del partido seguía siendo Cuadrado, sembrando el terror entre la defensa africana con sus vertiginosas diagonales. En una de estas internadas solo el larguero pudo evitar el gol colombiano. El larguero despertó a Lamouchi, entrenador costamarfileño, que mando entrar en el césped a Drogba. Pero ya era tarde, mediada la segunda parte Colombia se decidió a no perdonar más. James Rodríguez marcó con la testa el primer gol del encuentro, adelantando a la ‘cafetera’ con todo merecimiento. El golpe dejo en shock a la selección africana y, tras una perdida de balón en la medular, Colombia aprovechó para lanzar uno de sus mortales contraataques que esta vez sí tuvo final feliz mediante las botas de Quintero. Con el 2-0 Colombia abría una ventaja definitiva en el marcador, o eso pensábamos, pero Gervinho no opinaba lo mismo y tras un magnífico eslalon se deshizo de Ospina y marcó el gol de la esperanza. Tras casi 70 minutos de pésimo partido Costa de Marfil sonreía por primera vez. El gol espoleó a los ‘elefantes’ que tomaron la iniciativa del juego e incluso pudieron empatar, pero el minutero ya agonizaba y, finalmente, Colombia se llevaba los tres puntos, asegurando casi de manera matemática el pase a octavos y dejando a Costa de Marfil abocada a jugarse su futuro mundialista en un partido a cara de perro contra Grecia.