La venganza se sirve fría, quien ríe el último ríe mejor, podríamos seguir con más proverbios pero es mejor citar la cruda realidad. Holanda destrozó a España ante los ojos de medio mundo, en Brasil, el país del fútbol de toque y le devolvió la amargura de aquella noche de Johannesburgo. El gol de Iniesta se disuelve bajo el chaparrón de goles que le cayó ayer al combinado español. El 1-5 obliga a España a ganar los dos partidos que le quedan para poder pasar a octavos. Quedar primero de grupo parece ya una quimera para “La Roja”, por lo que en octavos, con casi toda seguridad, se las tendrán que ver con Brasil.
Cierto es que no se asemejaba España aquel gran equipo de Sudáfrica 2010, pero tampoco llegaba Holanda con la confianza y el equipo del pasado Mundial. La ‘naranja mecánica’ no parecía llegar ni al status de mandarina, atrincherados tras unrobusta muralla defensiva, dependientes de los bombardeos de sus principales cañones: Robben, Van Persie y Wesley Sneijder. Pero el fútbol es pura sorpresa y esta ‘mandarina mecánica’, plagada de jugadores sin proyección internacional y con un estilo de juego tímido y defensivo acabaron haciendo un buen zumo de una débil España, que fue humillada como ni en sus peores tiempos habría soñado. La premisa holandesa era clara como el agua: defensa adelantada para achicar espacios y dificultar juego de combinación español y contraataques fulgurantes hacia la portería de Casillas. Apunto estuvo de ser efectivo el astuto plan de Van Gaal ya en los primeros minutos, pero no supo Sneijder solucionar un mano a mano ante Casillas, en su única intervención con acierto en toda la noche. Abusando de balones largos hacia Costa como solución a la falta de espacios para tocar, “La Roja” tardó quince minutos en empezar a sentirse cómoda en el campo, justo lo que tardaron Xavi, Alonso y Silvaen empezar imprimir ritmo a la circulación de balón. Avisó Diego Costa, pitado cada vez que tocaba el balón por el público brasileño, pero hoy no era el día del hispano brasileño. Se las prometían felices los españoles en el minuto 27, cuando un dudoso penalti sobre Costa fue convertido por Xabi Alonso, pero allí terminó el partido para los de Del Bosque. Van Gaal encendió los cañones de su muralla defensiva y reventó a bombazos a una España sin físico, ganas, ni juego. Blind, aquel genial desconocido para todos los españoles mostró su impecable tarjeta de presentación con un impresionante pase de 20 metros que definió maravillosamente uno que todos conocemos, Robin Van Persie. 1-1 y todo volvía a comenzar.
En la segunda parte el guión siguió leyéndose en holandés. En el minuto 53 Robben se resarció de aquella final de 2010. Recibió en la frontal, controló como los ángeles y tras deshacerse de Piqué definió como un genio. 1-2 y el partido, para pesadilla de Del Bosque, estaba donde había soñado Van Gaal. España parpadeaba perpleja, aquella Holanda que parecía venir en horas bajas se les había subido a los hombros, sacando los colores a la Campeona del Mundo. La tragedia final llegó en el 64, cuando Stefan de Vrij, otro gran desconocido puso el 1-3 en un garrafal error de Casillas. No fue la noche de Iker, muy lejos de su mejor forma, que regaló el 4 a Van Persie, que confirmaba el sonrojante 4-1, una enorme venganza de Holanda a España, que quedará para siempre en la memoria de los Mundiales.Con Casillas saliendo a recoger uvas en cada internada holandesa, con Ramos volviendo a su versión más apática, con un Xavi que apenas es una divertida caricatura de aquel imperial centrocampista de antaño, en definitiva, con un equipo sin físico, garra, ni magia en las botas, el 1-5era cuestión de tiempo. Y llegó la manita, la definitiva humillación, perpetuada, por quién sino, que porRobben. Ese 1-5 fue el claro reflejo de que España, tras 6 años de ensueño, ha sido despertada de la peor forma posible, porque el fútbol de toque ya tiene antídoto, el mortal contragolpe. Lo demostró el Madrid en Múnich este año y lo confirmó ayer la muralla defensiva del viejo zorro Van Gaal, sus fulgurantes cañonazos destrozaron el fútbol de toque español.
Goles:
Xabi Alonso (p. 27’) Van Persie (44’) Robben(53’) Stefan de Vrij (64’) Van Persie (72’) Robben (80’)