Los europeos supieron jugar sus cartas. Mike Fratello demostró su experiencia como ex entrenador en la NBA logrando que Kravstov se abriese paso por la pintura rival. No obstante la estrategia duró poco. Kryzewski blindo su aro con Davis y Faried y el pivot ucraniano se estrelló.
Fue un partido en el que salieron a relucir los "bajitos" de Estados Unidos. En especial Irving y Harden.Aniquilando desde el perímetro y desde la línea de tres, los americanos tardaron poco en abrir una brecha en el marcador.
El partido estaba encarrilado cuando llegó el susto. Corría el ecuador del tercer cuarto cuando Kyrie Irving sufrió una aparatosa caída en la que golpeó el suelo con las costillas. Con una visible mueca de dolor, el base se retiró al vestuario.
Lejos de venirse abajo, Estados Unidos, liderada por un sublime James Harden acabó de rematar a los ucranianos. El escolta se salió en un último cuarto que puso un marcador de 91-75 y en el que los europeos se fueron haciendo a la idea de hacer las maletas.Imbatidos e impartiendo una lección de defensa en la pintura, y de un ataque fluido y versátil, Estados Unidos solidificó su pase a los octavos de final.
Hizo lo propio Turquía en el partido contra República Dominicana, y al estilo de los norteamericanos, arrollaron a sus rivales.Los dominicanos se intentaron valer de un todavía tocado Francisco García. Y el alero de los Houston Rockets respondió. 18 puntos para convertirse en el máximo anotador de su equipo. El gran problema fue que nadie le acompañó en sus esfuerzos.
Nada que ver por parte de Turquía. Con un juego bastante repartido por todo el parqué, los otomanos no tardaron demasiado en imponer su ritmo de juego.Tras un primer cuarto medianamente disputado, los de Ataman comenzaron a separase en el marcador. Su ataque superaba a la defensa rival en el perímetro y dominaban los rebotes.
Pasado el descanso, los antillanos dejaron de oponer resistencia. La segunda mitad del encuentro fue un recital de los turcos y un intento de maquillar el marcador por parte de los dominicanos. EL resultado final fue de 77-64. Finalmente, la jornada del Grupo C la cierran dos conjuntos que se marchan a casa. Sin embargo, este fue uno de los primeros encuentros del día, por lo que, sin saber cómo se iban a resolver el resto de partidos, Nueva Zelanda tenía especial interés en conseguir la victoria.
Como bravos guerreros maorís, los isleños tuvieron más garra desde el pitido inicial. En cada jugada apostaron por agresivos ataques para buscar el aro rival.Finlandia se vio superada por el juego de los neozelandeses y pronto perdían por 20.La situación cambió tras el paso por los vestuarios. Haciendo honor a su mote, ‘TheWolfpack’, los europeos salieron al parqué como una jauría de lobos. Tan solo habían pasado pocos minutos del inicio del tercer cuarto cuando los finlandeses protagonizaron un parcial de 12-0.
El partido se decidió en el último compás. Ambos conjuntos estaban fundidos pero aun así seguían dándolo todo en cada jugada. Corrían los minutos y el marcador no se decantaba por ninguno de los dos equipos. A 4.9 segundos del final del partido los finlandeses perdían por dos y tenían la oportunidad de tirar dos tiros libres. Asumió la responsabilidad el líder de la manada, Koponen, y a pesar de su sangre fría, el líder de la selección europea erró.
A pesar de todo, el pabellón, lleno de hinchas finlandeses, se deshizo en aplausos. Un hundido Koponen agradeció a la grada los aullidos en su camino al vestuario. Al otro lado de la pista, ajenos a que finalmente no lograrían clasificarse, los de Oceanía celebraban la victoria como si hubiesen ganado el título mundial.