La última jornada del Grupo D no estuvo exenta de emoción y de polémica. Emoción como la que nos brindó el combinado mexicano para doblegar a Corea del Sur y meterse en octavos en su quinta cita mundialista, y polémica como la originada por Australia en su partido contra Angola donde los oceánicos bajaron el ritmo llamativamente en el último tramo dejándose superar por el equipo africano. La lucha por el primer puesto del grupo terminaría por decantarse para el equipo lituano que superó a Eslovenia en el último partido de la fase de grupos.
Estados Unidos ya espera a México
México será la selección que finalmente medirá sus fuerzas frente al temido combinado americano en Barcelona tras imponerse a Corea del Sur por 87 a71 puntos. Pese a no contar con dos de sus jugadores estrella, Iván Gutiérrez y Gustavo Ayón por problemas en un hombro, los mexicanos supieron solventar el partido y colarse en octavos.
La presión recaía sobre los mexicanos tras el triunfo de Angola, y con Gutiérrez y Ayón fuera de la pista los aztecas sufrieron en el primer cuarto con una Corea dispuesta a llevarse el triunfo y dejar una buena sensación en este Mundial. Pese a terminar por delante el cuarto, México tuvo que tirar finalmente de Gutiérrez para seguir el ritmo de los coreanos que de la mano de Lee y Oh ponían muy difíciles las cosas a mitad de partido. Momento en el que los mexicanos se rehicieron para terminar por delante con la que seguramente será una de las canastas del Mundial. La protagonizada por Román Martínez que anotó desde el medio del campo sobre la bocina tres puntos que ponían el 30 a 40 puntos para los aztecas.
Aprovechando la bajada de nivel de los orientales México comenzó a puntuar, consiguiendo una diferencia de hasta 20 puntos, poniendo tierra de por medio en busca de un final de partido más apacible para los de Valdeolmillos. La distancia en el marcador se hizo inescrutable para los coreanos que terminaron mirando el crono solo para ver cuánto quedaba para el final del partido.
Australia, en entredicho
La selección australiana terminó muy cuestionada tras el final del partido contra Angola al mostrar su cara más "amable" en el último tramo donde los africanos terminaron por imponerse llevándose así el encuentro y manteniendo vivas, aunque fuese por unas horas, sus opciones de clasificación. Al igual que fruto de la derrota Australia tenía todas las garantías de evitar a USA. Al final tras la victoria de México sobre Corea del Sur el tan comentado "biscotto" queda en anécdota con la selección africana fuera de la fase de octavos, pero la reputación de los oceánicosmás que cuestionada. El gran protagonista del partido fue el angoleño Yanick Moreira que con 38 puntos lideró el triunfo de su equipo y se convirtió en la mejor marca personal en lo que va de Mundial.
El partido comenzó como era de esperar, con Angola poniendo todo la carne en el asador para intentar compensar el talento australiano pero con la gasolina algo corta. El empuje de los africanos no tardó en ser superado en cuanto el tridente formado por Broekhoff, Exum y Goulding comenzó a carburar.
El panorama no cambiaría para los africanos hasta la entrada de su estrella Moreira que revolucionó el partido dejando un parcial de 8 a 16 al finalizar el tercer cuarto para meter en el ajo a los suyos. El carácter de Moreira pareció contagiarse a sus compañeros y se obró el resurgir de Angola. Ya no hubo rival en la pista ni ofensiva ni defensivamente ante el huracán Moreira y la relajación de los oceánicos dejando en bandeja de plata el triunfo a los africanos que terminaron llevándose el partido por 91 puntos a 83.
Lituania reclama el primer puesto
El último partido del día esperaba con el plato fuerte del Grupo D en el que Lituania y Eslovenia se jugaban ser primeros de grupo. Un partido muy ajustado y con mucho nivel en el que los lituanossiempre fueron por detrás pero que terminaronllevándose con un último cuarto demoledor, marcando un parcial de 12 a 2, dando la vuelta al marcador y llevándose el partido para acabar primeros de grupo.
La igualdad y la intensidad iban de la mano al comienzo del partido. El marcador no reflejaba más que un punto o dos de diferencia entre ambas selecciones con un intercambio de canastas parejo que antojaba un partido muy reñid, pero desde el segundo cuarto los eslovacos comenzaron a marcar diferencias. Lavrinovic y Dragic mantenían su particular duelo de triples sobre la pista, pero los eslovacos comenzaban a marcharse en el marcador con un parcial de 9 a 0 al final de segundo cuarto. El tercero parecía esclarecer el resultado final, con Eslovenia diez puntos por encima en todo momento, pero los tiros libres de Maciulis, dejando la diferencia en siete, marco el punto de inflexión. El último cuarto sería la revolución de Lituania que daría un golpe sobre la mesay volvería a emparejar los marcadores al igual que el primer periodo. Solo a falta de poco más de un minuto, los lituanos conseguirían ponerse por delante en un cuarto donde Eslovenia parece que decidió no anotar y dejar vía libre a los lituanos para llevarse un partido que parecía dominado.