El apagón televisivo que llevó a acabo Mediaset en el día inaugural del debut del Mundial impidió a los fans ver una jornada cargada de acción. En concreto, los protagonistas del Grupo C no fueron otros que los estadounidenses. Aunque manejaron el partido contra Finlandia como ellos quisieron, fue digno de ver como las estrellas de la NBA se desenvolvían por el parqué.
El primer cuarto estuvo medianamente reñido, en el sentido que, a duras penas, Finlandia conseguía atravesar la línea defensiva rival para anotar alguna canasta. No obstantes, en el segundo cuarto ocurrió el asesinato en la pista. Estados Unidos encesto 29 puntos frente a los 2 de Finlandia. En todo el cuarto. A partir de ahí, el partido fue coser y cantar. Lideró en anotación Klay Thompson con 18 puntos. Anthony Davis le siguió con 17 mientras destruía la pintura rival. Demarcus Cousins también hizo de las suyas bajo el aro, aparte de sus 9 tantos se fue hasta los 10 rebotes, el máximo de todo el partido. Nada desdeñables fueron las acciones de Rudy Gay, que con sus 10 puntos se encargó de maravillar a la grada con sus vertiginosos viajes a la canasta rival. Por último, el otro gran protagonista del ‘Dream Team’ fue Derrick Rose. Tras 281 días de inactividad por lesión, finalmente volvió a pisar el terreno de juego de manera oficial. 114-55 fue el resultado final del encuentro. El otro gran partido del Grupo C fue el vivido entre Nueva Zelanda y Turquía. El evento comenzó con polémica: Mientras los neozelandeses hacían la ‘Haka’, la danza de guerra maorí, los turcos rompieron filas y se fueron a concentrarse al banquillo dejando a los de Oceanía solos en el parqué. Tras la danza, con un gesto de molestia, los de Nueva Zelanda argumentaron que los hombres de Ataman no respetaron la tradición y la cultura de los isleños. Y con el inicio del partido, Nueva Zelanda estaba dispuesta a hacerles pagar por la afrenta. Salieron al parqué a darlo todo, a pelear con uñas y dientes, tal y como peleaban los maorís en el campo de batalla. El nivel de intensidad superó a los otomanos. Webster blandía el martillo por parte de Nueva Zelanda. Hasta los 22 puntos se fue para castigar a los turcos desde la línea de tres. Importante fue la labor defensiva de los ‘kiwis’, que rotando con velocidad se adaptaban perfectamente en hacer un 2+1 a Omer Asik cada vez que se acercaba al aro rival. La estrategia funcionaba, el pivot tan solo anotó un punto en todo el encuentro. Comenzaba a vislumbrarse la sorpresa. Nueva Zelanda ganaba a Turquía por 10 puntos cuando comenzaba el último cuarto. No obstante, Ataman no entró en pánico y organizo a sus hombres para sacarse de la manga un parcial de 15-0 que derribo los sueños de los isleños. Protagonizaron Savas y Penney, que se encargaron de acabar rompiendo la geste neozelandesa al imponerse por 73-76. El último partido del Grupo C fue el de Ucrania contra República Dominicana, donde los europeos dieron la sorpresa. Los dominicanos comenzaron tremendamente fallones, situación que Ucrania decidió utilizar a su favor. Aunque el partido no fue para tirar cohetes, y no tuvo mucho espectáculo, los europeos supieron jugar sus cartas. El resultado final fue de 72-62.