Estados Unidos tiene la mejor cantera de baloncesto del mundo entero. De eso no hay duda. En un país que alberga la mejor liga universitaria del deporte del esférico naranja, no es de extrañar que año tras año la lista de futuras estrellas vaya creciendo. No obstante, la NCAA es solo el principio. La antesala a la NBA, donde todos los jugadores del mundo desean estar. Donde las leyendas se forjan en su camino al ‘Hall of Fame’.
Con un escenario así, el mayor dilema que tiene cada cuatro añosMike Krzyzewski, el técnico de la selección estadounidense, es ver a que estrellas convocará y a cuáles no. Sin embargo, este año la historia se le ha truncado un poco al entrenador de la universidad de Duke. La gran mayoría de la plantilla de las pasadas ediciones mundialistas ha decidido colgar las zapatillas.
En gran parte, ha sido por dos motivos: Disfrutar de un merecido descanso tras el exigente calendario de la NBA, y que la gran mayoría de esos jugadores ya pueden alardear de tener en sus vitrinas trofeos mundiales e incluso olímpicos, por lo que ya han conquistado esa cima.Y aunque no haya podido contar con Lebron James, Chris Paul o Carmelo Anthony, Mike Krzyzewski todavía contaba con esa gran piscina de talento que es la NBA.
Su lista de 19 convocados probablemente hizo temblar al resto de selecciones. El equilibrio perfecto entre veteranos como Kevin Durant, Blake Griffin o Kevin Love junto a la vitalidad y energía de jóvenes talentos como DamianLillard, Bradley Beal o Gordon Hayward.
Sin embargo, todo se empezó a ir a pique al poco de publicar dicha lista. Kevin Love anunciaba que abandonaba la competición mundialista. Por lo menos la de esta edición. El ala pivot está pendiente de ver si su traspaso de los Minnesota Timberwolves a los Cleveland Cavaliers se finaliza en agosto. Y sufrir una posible lesión durante el Mundial imposibilitaría dicho movimiento.
Al poco se le unió Blake Griffin, en una decisión que no ha estado exenta de polémica. El jugador de los Clippers anunció que tenía una lesión de espalda que le impedía unirse al equipo. Sin embargo, a los pocos días de hacer pública su decisión un fan le grabó en las playas de Croacia haciendo saltos mortales.
Dos estocadas más llegaron para el ‘Team USA’ cuando prácticamente al mismo tiempo otros dos jugadores anunciaban su decisión de no disputar el Mundial. LamarcusAldridge y Kawhi Leonard. Casualmente ambos dieron el mismo motivo: Necesitan descansar de cara a la próxima temporada NBA. Sin embargo, quedaba lo peor, el quebradero de cabeza de las bajas en el equipo de Mike Krzyzewski se transformó en tragedia.
Durante un partido de exhibición disputado el pasado uno de agosto, Paul George tuvo la mala fortuna de sufrir una de esas lesiones que hicieron que todos los presentes se llevasen las manos a la cabeza. Tratando de defender una entrada de James Harden, el jugador de los Pacers aterrizó de mala manera pisando la base de la canasta, provocando una fractura abierta de la tibia y el peroné.
El golpe de la baja de George no es solo duro tanto para la selección estadounidense y para los Indiana Pacers, sino también incluso para el futuro de la carrera del jugador. Por desgracia son mayores las historias de atletas que se recuperaron de lesiones tan graves para ser una sombra de lo que fueron, que aquellas que narran una recuperación completa.