Opinión | La Semana que vivimos - Del 11 al 17 de diciembre de 2000 - Número 186 |
SIN CONCESIONES Todavía tiene oportunidades de volver a la Casa Blanca dentro de cuatro años. Él termina su mandato pero su mujer acaba de iniciarlo. Es senadora de los Estados Unidos. Y la sitúan como el político demócrata con más carisma. Algo debe de tener Hillary... Muchos la definen a ella como la futura candidata en el 2004. Porque Al Gore, realmente, lo tiene complicado. Ha perdido los comicios más fáciles de la Historia. Sí, los más fáciles. Porque cualquier buen orador hubiera derrotado a los dos aspirantes. Además, Gore ha perdido haciendo el ridículo. Ha demostrado al mundo que en Estados Unidos no saben hacer papeletas, no saben marcar con una "X" y, menos aún, saben contarlas. Han tardado cinco semanas. Parte de culpa la tiene el gobernador de Florida, hermano del futuro presidente. Si se juntan ambos forman una pareja a temer. Si, además, incluimos a su padre, el trío hace peligrar la Declaración de los Derechos Humanos. La familia suma, entre Guerra del Golfo y penas de muerte, más asesinatos que cualquier criminal. Ya podemos rezar para que el pequeño Bush no siga los pasos de su progenitor. Yo, desde luego, me quedo con el escándalo Lewinsky y todo el proceso de impeachment ¡Allá Clinton y su conciencia! Prefiero otra becaria en el despacho oval que otro conflicto como el de Irak o el de Kosovo.
|
© AGD 2000
La Semana que vivimos