Txema García.- George W. Bush inició su carrera empresarial en la compañía petrolífera Midland en 1975. Posteriormente, trabajó en la industria de energía hasta el año 1986, cuando se mudó a Washington para ayudar a su padre con su campaña presidencial. El comienzo de su éxito se produjo al frente de la franquicia de béisbol de los Texas Rangers en 1989 y para la cual construyó el nuevo hogar de los Rangers, el Ballpark en Arlington.

El puesto en los Rangers fue el trampolín definitivo para entrar en la política. El 8 de noviembre de 1994 logró el puesto de Gobernador de Tejas con el 53,5 por ciento de los votos. Repitió cuatro años después para convertirse en el primer gobernador tejano elegido en dos legislaturas consecutivas, esta vez con el 68 por ciento de los votos. Bush logró la victoria en la mayoría de los condados tejanos (240 de 254).
La imagen que el nuevo presidente tiene entre sus conciudadanos es la de un hombre espontáneo, impulsivo, corriente, incluso a veces inmaduro. Fuera del país esta imagen es mucho más severa. Desde Europa, donde se mira con recelo la actitud de desgana que muestra Bush hacia la política internacional, se ve al nuevo presidente como un tipo ignorante, vengativo e insustancial.
El nuevo presidente ha sido una oveja descarriada que ha logrado regresar al redil. Bush tuvo, de joven, fama de vividor, incluso llegaron a detenerle por conducir borracho. El punto de inflexión en este descenso fue el ultimátum de su mujer, Laura, según cuentan quienes conocen a la familia Bush.
Sus allegados cuentan de Laura que es la base del triunfo en la vida de Bush. Laura ha dejado claro que ella es la esposa del presidente y no su asesora o confidente en materias de política y gobierno. Bush y Laura tienen dos gemelas de 17 años, Barbara y Jenna. El gobernador Bush es metodista y ha participado en varias mesas directivas en organizaciones civiles, comerciales y de caridad.
[16-12-2000]