Marta López de Cervantes.- Ya se ha terminado la reforma que durante 12 años se ha acometido en la Biblioteca Nacional. Una ampliación de 22.000 metros cuadrados y la reforma del edificio central, entre otras, permitirán a los usuarios utilizar las instalaciones con una mayor eficacia y comodidad.

En 282 kilómetros de estanterías la Biblioteca Nacional atesora la memoria escrita de todos los españoles. Es el último reducto de la cultura nacional, donde permanecen vivas las obras originales de los grandes escritores españoles. Por su gran importancia y el antiguo funcionamiento de sus instalaciones se decidió acometer una reforma que ha durado 12 años y por fin ha concluido dejando ver sus frutos: una ampliación de 22.000 metros cuadrados, la reforma del edificio central y el incremento de espacio y luminosidad que ha ganado el salón de lectura, son lo más espectacular de una reforma que ha costado 10.000 millones de pesetas.
El edificio ingresa 720.000 ejemplares y tiene una media de 1.000 usuarios diarios. Su página web, que permite consultar algunos de los fondos de la Biblioteca, recibe una media de 3.500 visitas de internautas al día. Pese a este éxito, el director general de la Biblioteca Nacional, Jon Juaristi, ha indicado que no hace falta que se informaticen todos los fondos de la Biblioteca, sino los catálogos, para evitar al usuario la molestia de tener que desplazarse para consultarlos. Asimismo indicó su voluntad de informatizar una selección de lo más representativo de la Biblioteca para que pueda ser consultado en la Red. Juaristi afirmó que con la reforma la Biblioteca "ha pasado de una estructura laberíntica a otra ordenada; es la racionalización del espacio".
El proyecto de rehabilitación y reforma ha afectado a la forma y estilo clasicista que proyectaron Francisco Jareño y Antonio Ruiz de Salces sobre el solar del antiguo convento de los Agustinos Recoletos, inaugurado en 1892, pero los nuevos tiempos y tecnologías exigen una funcionalidad que la Biblioteca no tenía. Los autores de la reforma son los arquitectos Jerónimo Junquera y Estanislao Pérez Pita, este último fallecido el año pasado.
[11-12-2000]