Gloria Gómez González.- Quienes estaban pendientes el martes 12 de diciembre de quién sería el escritor galardonado en el año 2000 con el Premio Cervantes, el más prestigioso de las letras, tuvieron que esperar más de lo habitual.
Seis horas estuvieron los miembros del jurado deliberando quién debería llevarse el premio más prestigioso de las letras españolas a su casa. Precisamente en su casa estaba Francisco Pérez Martínez -para sus lectores Paco Umbral-, quien esperaba impaciente la llamada de la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, quien le comunicaría que, efectivamente, había sido él el ganador de la edición de este año. Hacía unos pocos días que, sin dejar de lado su particular carácter, había declarado que era él quien debería llevarse el premio.
Ana María Matute, Mario Benedetti y Carlos Bousoño, entre otros 22 candidatos, se quedaron un año más sin el Cervantes, premio que ya poseen por ejemplo Mario Vargas Llosa, Miguel Delibes y Jorge Edwards, ganador de la pasada edición. Pero a quien verdaderamente ha derrotado Umbral ha sido a Bousoño, con el que disputó una ajustada final. El director del la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, fue el presidente del jurado integrado por nueve escritores, entre otros Camilo José Cela y José Hiero, a quienes el ganador ha dedicado el premio.
El Premio Cervantes nació en 1976 como homenaje a la lengua española y se concede siempre a un escritor español o suramericano. En el marco de la Universidad de Alcalá, situada en Madrid, el Rey Don Juan Carlos hace entrega del galardón el 23 de abril de cada año. En el 2001 será Umbral a quien no se le resiste ningún género literario, lo reciba y lo añada a los que ya posee, como el Premio Nadal.
Aunque haya recibido este galardón, el más prestigioso de las letras y galardonado con 15 millones de pesetas, Umbral continuará con su estilo memorialista, publicará una novela en contra de ETA y seguirá firmando artículos para El Mundo, el periódico en el que colabora soltando su pluma unida siempre a su particular e irónica manera de ver los acontecimientos.
[12-12-2000]