Elena R. Costilla.- El temor a la enfermedad de las vacas locas en España ha provocado, en una semana, una caída del 70 por ciento en la producción de vacuno, el consumo de carne de vaca ha descendido en nuestro país un 45 por ciento.

Además de la reticencia del consumidor español a comprar filetes, países como Jordania o Brasil han cerrado sus fronteras al vacuno español. El secretario general de la Asociación Profesional de Salas de Despiece y Empresas Cárnicas -APROSA-, Manuel González, ha mostrado su preocupación por la dificultad del vacuno español para salir de nuestras fronteras, destacó el caso de Rusia "el mercado más importante de exportación de vacuno español, ha reducido a cero la entrada de carne de vaca procedente de España, cuando hasta hace un mes se estaban exportando 600 toneladas al mes de productos de vacuno". Esta situación se traduce en una pérdida de 30.000 pesetas por cada animal sacrificado; si el panorama continúa igual, las pérdidas podrían ascender a miles de millones de pesetas semanales para el sector.
Una de las soluciones que pretenden acabar con el mal de las vacas locas es la destrucción de las harinas animales en toda la UE, esto conllevaría un gasto de medio billón de pesetas. En España, la prohibición de piensos cárnicos afectará a noventa empresas de las que viven diez mil familias, el Gobierno estudia convertir estas empresas -dedicadas a transformar los despojos animales en harinas cárnicas y grasa animales- en plantas para la destrucción de residuos vacunos, así también se evitarían los costes sociales de su cierre. Acabar con las harinas animales afectará también al precio de todos los productos cárnicos, incluidos el pollo y el cerdo, ya que los animales crecen más rápido con piensos animales que con piensos de soja y otros granos, por lo tanto, si los animales tardan más tiempo en engordar, su carne se encarece.
Para paliar esta situación de caída del precio y de la producción de vacuno, el Gobierno comprará carne que se almacenará en la red pública de congeladores. El 70 por ciento del valor de las reses se sufragará con fondos comunitarios y el treinta por ciento restante lo cubrirá el gobierno del estado.
[3-12-2000]