Amalia Casado.- Francisco Frutos permanece vinculado a la dirección de Izquierda Unida. Llamazares ha prometido integrar en su proyecto las ideas y opiniones de las otras candidaturas. Habrá grandes cambios, pero las ideas de la izquierda seguirán vigentes gracias al esfuerzo de un hombre que vide casi exclusivamente por el bien de su partido.

¿Qué piensa cada mañana nada más levantarse?
¡Qué día más duro!

¿Es el comunismo demasiado viejo para cambiar?
No, no. Al contrario. Yo creo que el comunismo representa lo mejor de las ideas del futuro.

¿Por qué?
Porque trata de la diferencia entre lo real, la realidad de un crimen y lo que después elabora la sociedad, que al final es que ese crimen no ha tenido lugar. Es muy representativo de lo que pasa hoy, la realidad de una sociedad que discrimina, que oprime y que lanza un mensaje de opulencia.

Cayó el muro de Berlín, desapareció la URSS, los países del Este se occidentalizan. Y después de Castro ¿qué?
Pues, el pueblo cubano

Tenemos modelos de capitalismo, socialdemocracia, tercera vía... ¿hay un modelo comunista a seguir?
Yo creo que profundización de la democracia hasta sus últimas consecuencias. Aquí empezará un socialismo de verdad.

Un ateo, ¿a quién le agradece la vida?
A sí mismo.

¿Cómo sería posible un mundo sin armas?
Difícil, pero posible.

Frutos sueña que un día...
... mis ideas, minoritarias ahora, serán mayoritarias.

Un libro para su vida...
Los caminos de la Libertad. Y el otro día estaba leyendo unos relatos de Ignacio Aldecoa. Lo leía el otro día viniendo de Canarias. Es un librito pequeño, precioso, es esa especie de neorrealismo de Ignacio Aldecoa. Pero es difícil decantarse sólo por uno.

¿Cuál es el papel de la familia?
Pues un núcleo que sirve para horas difíciles, que a veces representa un nivel de opresión para sus miembros también, y en el que se tiene que equilibrar que haya el máximo de libertad para todos sus miembros pero que, al mismo tiempo, sea un núcleo de solidaridad básica.

¿Llora?
A veces

¿Por qué?
Sobre todo, los problemas de la gente, las situaciones que te das cuenta que tienen solución pero que por la perversidad de la gente que sólo piensa en su beneficio, pues no hay solución. O la belleza. Una vez me saltaron las lágrimas de los ojos cuando entré al Vaticano y vi la Piedad de Miguel Ángel, una figurita no muy grande, que es ¡una cosa! ¡de lo más bello! Porque, ante el David de Miguel Ángel uno se queda impresionado, pero la Piedad es, no sé, el resumen de la belleza. Y me saltaron las lágrimas.

¿Cuál ha sido la vivencia política más importante de su vida?
Yo lo situaría siempre en la etapa predemocrática. En las luchas de aquel momento porque era un momento de muchas esperanzas y tenías muchas expectativas de crear un futuro con tu aportación.

¿Qué es lo último que piensa antes de acostarse?
Cuando me acuesto estoy casi dormido.