La Semana.- Un móvil Nokia último modelo es su compañero inseparable. A través de él Llamazares, se encargó de darle la noticia de su victoria a su esposa, "Voy a darle un disgusto a mi mujer", comentó en tono divertido y afable.

Nacido en Logroño hace 43 años, y criado en Salinas, localidad asturiana perteneciente a Castrillón. Proviene de familia amplia, es el segundo de seis hermanos. Se integró en la política tardíamente, fue en el año 1981, cuando comenzó sus colaboraciones en el Partido Comunista de Asturias. Pero ya en su etapa de estudiante universitario empezó a hacerle guiños al movimiento político y social. Representó a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid y la de Oviedo, donde ejerció los estudios de medicina. Una vez licenciado marchó a La Habana, Cuba, para completar sus estudios con un Máster de Salud Pública.
Gaspar Llamazares es un hombre que transmite mucha seguridad y gran calma, pero hay un detalle en su actitud que hace pensar que la tranquilidad no es tanta como se le supone. Es el no dejar de tocarse la cara una y otra vez. Eso denota en él una mezcla de actitudes que le hacen, aún si cabe, más interesante.
Gran patriota de su tierra, Llamazares entonó en pie y con el puño en alto el Asturias, patria querida, fue cuando tras los flashes y las preguntas de los periodistas, aunque aún perseguido por algunos medios de comunicación, Llamazares pudo refugiarse en un restaurante cercano con sus compañeros y compañeras de equipo. Un equipo que se muestra seguro de que la elección de Gaspar Llamazares dará viabilidad e impulso a una Izquierda Unida que se estaba quedando rezagada.