Jorge Galián López.- Vladimiro Montesinos, ex asesor del presidente peruano, Alberto Fujimori, y protagonista de la última crisis del Gobierno de Perú llegó a Panamá de madrugada, después de abandonar su país como fugitivo.

Montesinos es acusado de violaciones de los Derechos Humanos durante el Gobierno de Fujimori. Matanzas, torturas y narcotráfico, componen su currículum agresor, mientras que desde el poder se le recuerda como el hombre que capturó al líder de Sendero Luminoso y que puso fin al secuestro en la embajada de Japón en Lima. En las últimas elecciones dirigió desde el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) una campaña electoral paralela al servicio de Fujimori, que incluía la compra de votos, el sabotaje de actos de la oposición y amenazas a los candidatos.
La huída de Montesinos a Panamá no ha gustado ni en el país de entrada ni en el país de salida. La posición del Gobierno de Panamá frente a la presencia en el país de Montesinos dio ayer un nuevo giro por el rechazo de gran parte de la sociedad panameña y de la oposición peruana. A pesar de que la presidenta, Mireya Moscoso, había decidido conceder asilo a Montesinos, ahora el Gobierno evalúa otorgarle sólo un visado de turista que le permitiría permanecer en el país 30 días.
Fujimori, en una mesa de diálogo con la oposición, aceptó oficialmente la dimisión de Vladimiro Montesinos y se deshizo en elogios hacia su ex asesor al que agradeció los servicios prestados. Por primera vez el Ejecutivo de Fujimori señala que Montesinos dimitió el pasado 14 de septiembre, el mismo día de la difusión del vídeo en el que sobornaba a un congresista. El Gobierno no pide ningún tipo de excusa y mantiene que Montesinos nunca fue destituido.
El presidente de Perú sigue con la idea de no renunciar a su mandato, sino acortarlo y convocar elecciones para marzo, lo que le garantizaría mantenerse en el poder hasta julio del 2001 y dirigir la transición.
[29-9-2000]