Pablo Fernández.- Los daneses rechazaron la integración de su país en la unión monetaria. Las diferencias fueron más abultadas de lo que habían anunciado las encuestas ya que el "no" superó en seis puntos al "sí". Las consecuencias de este resultado serán peores para Dinamarca que para la Unión Europea.

El 53,1 por ciento de los daneses que votaron el jueves dijeron "no" a la sustitución de la corona por el euro. Un 46,9 por ciento se mostró a favor de la moneda única. Así pues, Dinamarca no se integrará en la Unión Monetaria Europea. Este resultado se produjo a pesar de la campaña a favor que hicieron casi todas las fuerzas políticas más relevantes del país. Tanto la coalición gubernamental de centro izquierda como los conservadores apostaron por el "sí". Con ellos estaban los sindicatos y los empresarios.
Estos días no se han debatido en Dinamarca temas económicos sino temas políticos. En general, los daneses son reacios a ceder parte de su soberanía porque temen que su integración en Europa pueda acabar con la personalidad singular de su Estado. Esta postura nacionalista ante la Unión ya quedó de manifiesto en 1992 cuando, el 50,7 por ciento de los votantes, rechazó el Tratado de Maastricht.
Las consecuencias del referéndum del jueves no están siendo excesivamente malas para la economía de la UE, aunque contribuirá a la debilidad del euro y puede reavivar una crisis política dentro de la Unión. Para Dinamarca el resultado puede traer problemas económicos.
Suecia, que celebrará próximamente un referéndum sobre el mismo tema, esperaba con expectación el resultado danés. El "no" al euro reforzará las tesis contrarias a la adhesión del país escandinavo a la moneda única. Y esto disipa también las esperanzas de la UE de que el Reino Unido se integre finalmente en el Sistema Monetario.
[28-9-2000]