MªJesús Torres.- Coincidiendo con la visita del presidente del Gobierno, José María Aznar, a Barcelona el pasado jueves, la banda terrorista ETA asesinó al concejal del PP de Sant Adrià de Besós (Barcelona), José Luis Ruiz Casado. Todas las fuerzas políticas e institucionales, así como ONGs, quisieron expresar su condena al atentado.
El atentado tuvo lugar cuando el edil catalán se dirigía a su trabajo. A las 7.40 de la mañana fue abordado por dos individuos, que le dispararon primero detrás del oído y, al caer al suelo, le remataron con otro tiro. Los asesinos huyeron en un Renault 19 blanco que posteriormente fue incendiado.
La pistola utilizada era de 9 milímetros parabellum, munición habitualmente utilizada por ETA. Se sospecha que el asesinato es obra de un posible renovado comando Barcelona. Los testigos coinciden en que vieron huir a un hombre joven, de unos treinta años, alto, de complexión delgada, con perilla y pelo abunaños, del que la policía sospecha que pudo cometer el crimen.
Los bomberos encontraron el coche abandonado e incendiado en la calle Jaume Huguet, limítrofe entre los municipios de Barcelona y Sant Adrià. Desde allí, huyeron utilizando otro vehículo. Ruiz Casado tenía 42 años, era padre de dos hijos y estaba afiliado al Partido Popular desde 1993. Además, trabajaba en una empresa multinacional como técnico cualificado. Era concejal en Sant Adrià de Besós, localidad gobernada por el Partido Socialista de Cataluña (PSC), donde el Partido Popular ) -con tres ediles- es la segunda fuerza más votada.
Con este atentado, son ya 13 los asesinatos cometidos por la banda terrorista tras el fin de la tregua, seis de ellos, concejales del Partido Popular. El Ministerio del Interior interpreta este último ataque como una respuesta a la captura del número uno de ETA, Iñaki de Rentería.
La capilla ardiente fue instalada en la sala de plenos del Ayuntamiento. Ante el edificio se concentró una gran multitud. Del mismo modo, hubo concentraciones de protesta en toda España convocadas por las instituciones y por Movimiento contra la Intolerancia. En Barcelona se llegaron a congregar 120.000 personas. Aznar, de visita en Barcelona, pidió a todos los ciudadanos que mantengan "una tarea tenaz y cotidiana de movilización permanente" frente a los atentados y solicitó "confianza" en la política antiterrorista del Ejecutivo.
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pidió la unidad de todos los demócratas para manifestar el más enérgico y absoluto "rechazo a la violencia". Pujol afirmó que ya sospechaban de un posible atentado en Cataluña. Desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV), su portavoz en el Congreso, Iñaki Anasagasti, afirmó que es "ocioso" intentar relacionar la última acción de ETA con las últimas detenciones. Asimismo, insistió en poner de manifiesto que es ETA la que mata, "no el nacionalismo vasco".
Juan Carlos I hizo un llamamiento a la unidad de los demócratas frente al "terrorismo ciego de ETA", y añadió que el ataque contra el concejal del PP "nos debe unir todavía más a los demócratas en la lucha por la libertad, la dignidad y la vida".
[23-9-2000]