Opinión | La Semana que vivimos - Del 17 al 23 de julio de 2000 - Número 168 |
EL REDCUADRO Llegan del Tercer Mundo africano al Tercer Mundo andaluz otra vez, y Carlomagno vuelve de nuevo a ordenarnos que hagamos la Reconquista. El que ahora va de Cid Campeador es Fernández Miranda, a quien pronto, quizá, le hagan en Aquisgran una estatua ecuestre, por detener en la frontera Sur europea la ola de África que nos invade. Todos los Cides Campeadores que vencen a la morisma acaban indefectiblemente en estatua ecuestre. Y más, ahora, con lo del muro electrónico. Son tan modernos al norte de este Tercer Mundo del Sur de Despeñaperros que acabaremos apresando pateras por Internet y los repatriaremos a bordo de un correo electrónico. 20.000 millones para un muro electrónico que nos manda hacer la Europa que derribó el muro pétreo de Berlín. La que ahora llena los ferris del Estrecho de mano de obra barata, paisa, barata, que vuelve a Xauen o a Tetuán sólo para enseñarle al primo la bicicleta de montaña que llevan en la baca del Peugeot de segunda mano, para presumir ante los vecinos de la kábila que El Precio Justo existe, aunque a veces haya que pagar con la vida ese precio justo. Vejer de la Frontera, Chiclana de la Frontera son más de la Frontera que nunca. Los nuevos esclavos se pagan ahora ellos mismos el viaje en el barco negrero, a veces con el precio de la vida. Por allí arriba se los disputan como cupo. Un hombre, un voto. Cien hombres africanos sin papeles, un cupo. Viendo mi tierra, el sustrato africano de su tercermundismo, me acuerdo de Olavide. Para repoblar la desierta Sierra Morena, Olavide, que era un indiano ilustrado y librepensador, se trajo alemanes y suizos. Contemplo la chapuza, la sinvergonzonería, el chalaneo de esta España que sigue siendo pandereta tercermundista, donde hasta los portales de la modernidad se llaman Olé. Vale que Europa nos obligue a levantar ese muro, con esos 20.000 millones que remediarían muchas fatiguitas a pie de zoco en Africa. Pero ya que se trata de importar cupos, ¿por qué no importamos mejor suizos, alemanes, holandeses? A lo mejor hasta sería la solución para el PSOE. Si quieren acabar con lo que quieren acabar, que se dejen de Bono y de monsergas. Que importen la secretaría general y la ejecutiva en forma de cupo desde uno de esos países nórdicos donde los presidentes de los clubes de fútbol no meten la mano en el cajón. [Ofrecido también en EL MUNDO] |