Roberto Díez Yagüe.- La banda terrorista ETA se convirtió, junto con el Congreso del PSOE, en la protagonista dominante del panorama informativo. Su salvaje oleada de atentados relegó a un segundo plano la gira del presidente del Gobierno, José María Aznar, que la semana pasada le llevó por diversos países del norte de África.
El martes fue el asesinato del concejal popular de Málaga, José María Martín Carpena, el que centró las intervenciones de Aznar durante su estancia en Argelia. Al día siguiente, ETA no dejó que el presidente del Gobierno español utilizara su rueda de prensa en Mauritania para resaltar las buenas relaciones que, a partir de esta visita, intenta mantener y desarrollar con el Gobierno de aquel país. El nuevo atentado de la banda terrorista, esta vez con diana en el diputado socialista malagueño José Asenjo, saltó a la palestra de la actualidad y Aznar hubo de centrar en ETA su intervención ante los medios de comunicación.
El martes fue en Argel, capital de Argelia, y el miércoles en Nuakchott, capital de Mauritania, pero el mensaje hacia la banda terrorista fue el mismo en ambas ocasiones: "Ni el Gobierno español, ni el pueblo español van a doblar las rodillas ante ETA". El presidente del Gobierno volvió a expresar una postura firme frente la ofensiva terrorista, la misma postura que mantenía a cientos de kilómetros de distancia de aquellas tierras argelinas la gran mayoría del pueblo español que salió a la calle para volver a decirle a ETA "Basta ya".
Sin embargo, y a pesar de las acciones de ETA, el viaje de Aznar trató otros temas importantes. Mauritania, uno de los países más pobres de África, sabe que la mejor manera que tiene de hacerse oír en el Primer Mundo es aumentando sus exigencias en relación con la pesca y la explotación de sus costas. Por ello, el Gobierno del país norteafricano pidió a Aznar que solicitara a la Unión Europea 45.000 millones de pesetas más en el alquiler de sus aguas para la pesca. No en vano, 122 buques españoles faenan habitualmente en aguas mauritanas.
José María Aznar afirmó que España iba a realizar "un singular esfuerzo de incremento de la cooperación financiera", lo que se traduce en 600 nuevos millones de pesetas prestados a Mauritania, que se unen a los más de 5.000 que ya ha aportado España para el desarrollo del país norteafricano. Además, el presidente del Gobierno español inauguró la nueva Oficina Técnica de Cooperación, una de las diversas instalaciones que el Gobierno español ha edificado en Mauritania. Pero todo esto quedó un poco desvaído en la información nacional, otra vez, porque ETA era portada.
[19-7-2000]