Txema García.- Estados Unidos pretende desplegar un escudo nuclear que proteja su suelo del ataque de países especialmente belicosos y extremistas como Irán, Irak o Corea del Norte, que según Washington, en una década podrían contar con la tecnología suficiente como para lanzar un ataque nuclear contra territorio estadounidense.
Dicha pretensión incumple el tratado antibalístico ABM de proliferación nuclear firmado en 1972 por Richard Nixon y Leonid Breznev. La declaración firmada por China y Rusia advierte que el plan norteamericano podría "poner fin a la paz que siguió al fin de la guerra fría" y asegura que "EE.UU. busca obtener ventajas unilaterales tanto militares como de seguridad". El acuerdo entre ambos países se enmarca en la visita oficial del presidente ruso durante la semana pasada a China dentro de la gira asiática que terminó con Putin en la cumbre del G-8 en Okinawa (Japón).
Moscú sospecha que el principal destinatario del escudo norteamericano es la propia Rusia y no los estados potencialmente terroristas como afirma Estados Unidos. Lo cierto es que, según los analistas, el plan norteamericano podría provocar una nueva carrera armamentística. La oposición de China se explica en la medida en la que dicho escudo anularía el escaso poder nuclear chino, por lo que se vería obligada a reforzarse.
Esto, a su vez, haría que su rival nuclear en la zona, India, hiciese lo propio, ante lo que Pakistán tendría que imitarles. Con todo, ambos países se oponen incluso al plan llamado Defensa contra Misiles Tácticos, por el cual EE UU. protegería sus tropas y a sus aliados en Asia. Y es que tanto China como Rusia coinciden en la necesidad de "un mundo multipolar y en contra de potencias hegemónicas".
Para reforzarse en su tesis, antes de acudir a la cumbre de Okinawa, Putin viajó hasta Corea del Norte, uno de los considerados como posibles estados agresores por EE.UU. En su entrevista con el presidente norcoreano, éste le aseguró a Putin que su programa de misiles es pacífico. Además, aseguró que Corea del Norte podría utilizar sólo tecnologías extranjeras si los países interesados le diesen los misiles necesarios para proseguir con sus investigaciones espaciales.
[23-7-2000]