Internacional  La Semana que vivimos - Del 17 al 23 de julio de 2000 - Número 168  

Jerusalén divide a las
dos partes en Camp David

Jorge Galián López.- La cumbre de Camp David entre israelíes y palestinos ha estado marcada en los últimos días por la ausencia del presidente norteamericano, Bill Clinton, que partió a su última reunión con los países más industrializados más Rusia, en Japón.

Durante su ausencia, las conversaciones se han desarrollado en presencia de la secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright. Ha habido avances en temas menores como los asentamientos judíos o las fronteras, aunque sigue pendiente el tema más espinoso: Jerusalén. La cumbre parecía paralizada tras la negativa del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a suspender su viaje a Tokio. Parecía que Camp David no iba a ser en esta ocasión cuna de ningún acuerdo y que todo iba a finalizar en fracaso. Sin embargo, las partes en litigio decidieron prolongar su estancia en suelo americano y esperar la vuelta de su anfitrión, Clinton, para lograr, cuanto menos, un acuerdo de mínimos.
De esta forma, Madeleine Albright, la secretaria de Estado estadounidense, asumió el papel de mediador y lanzó una propuesta para ser debatida. En ella se contempla un control compartido entre israelíes y palestinos de algunos barrios de la parte Este de Jerusalén. A grandes rasgos supone conceder a los palestinos la administración parcial y, en algunos casos total, de determinados barrios árabes de Jerusalén, permitiendo al mismo tiempo a la Administración de Yasir Arafat el colocar en estas zonas signos o estandartes claros de la soberanía palestina. La propuesta sugiere asimismo congelar al menos por dos años el futuro de la ciudad antigua de Jerusalén, en espera de configurar un estatuto especial para esta parte de la capital.
La propuesta es aceptada de buen grado por el presidente israelí Ehud Barak, que conseguiría no ceder en absoluto la soberanía de Jerusalén, aunque en su país le acusen de ofrecer la división de la cuidad. En el bando palestino, sin embargo, dicha fórmula es descartada por considerarla insuficiente. Yasir Arafat solicita no sólo una autonomía religiosa y administrativa, sino también política, sobre la zona Este de la ciudad, que forma parte de los territorios ocupados en 1967.
[23-7-2000]


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Última actualización: Domingo, 23 de julio de 2000