Carmen Rosa Fernández.- Desde hace 22 años, Moscú se convierte por estas fechas en un importante escaparate del cine mundial gracias a su Festival Internacional de Cine en el que, este año, 19 películas compiten por hacerse con el Gran Premio San Jorge.
Además, se podrá disfrutar de las proyecciones de otros 200 filmes en secciones tan dispares como las retrospectivas, una de ellas a Theo Angelopoulos, presidente del jurado en esta edición, Obras Maestras del Cine Ruso, Ocho y Medio y Cine para el Próximo Milenio. El jueves 20 de julio se llevó a cabo la inauguración de este evento con el estreno mundial de Los Romanov. Una familia imperial, la superproducción del veterano realizador Gleb Panfílov (La madre), nueva apuesta del cine ruso hacia el exterior.
Veteranía y juventud caracterizan este año a los candidatos españoles al gran premio. José Luis Borau, con su nuevo largometraje (Leo), y Juan Manuel Pinzas, con Érase otra vez (en la que el novel realizador aplica las técnicas del "dogma" en la historia del reencuentro de unos ex compañeros de universidad después de 10 años), competirán en la sección oficial con filmes como La vida como una fatal enfermedad transmitida sexualmente, del clásico polaco Krzysztof Zanussi. La falta de medios y apoyo oficial hizo que el certamen cayera en picado tras la descomposición de la URSS. En 1999 comenzó su remontada con Mijalkov al frente hasta volver a estar cerca de consolidarse de nuevo como uno de los grandes festivales internacionales de cine.
El recién recuperado respaldo oficial y el esfuerzo de los organizadores por fijar una personalidad concreta prestando especial atención a cinematografías poco conocidas en occidente lo sitúan cada vez más cerca de ese ansiado nivel. La visita de grandes estrellas es otro de los objetivos de los responsables del festival para elevar su prestigio. Este año, figuras como Nicole Kidman, Arnold Schwarzenegger, Quentin Tarantino y Antonio Banderas han confirmado ya su asistencia.
[22-7-2000]