Almudena Hernández.- La Feria de Julio de Valencia terminó con un festejo de rejones en el que Pablo Hermoso de Mendoza cortó una oreja en su actuación en solitario. Otra hubo en las colleras, pero la afición levantina recordaría con nostalgia la tarde anterior, la del viernes 21 de julio, que seguramente pasará a la historia.
Sí, recordaría la victorinada de Julio de 2000, y no a Enrique Ponce -empresario del coso y torero de la tierra que, en contra de lo que venía haciendo en los últimos tiempos, no logró llenar los tendidos al reclamo de su toreo-. En la tarde de ese viernes hicieron el paseíllo tres diestros que no aparecían en los carteles originales del serial.
La anécdota de la sustitución estaba provocada por la causa más que habitual en estos casos: las bajas de Luis Francisco Esplá, Pepín Liria (cogido el jueves en Mont de Marsan) y José Pacheco El Califa. De modo que la terna la formaban Eulalio López El Zotoluco -que está sacando provecho de su oreja en la pasada feria de San Isidro-, Óscar Higares -que cortó una orejita en esta de Victorino- y el joven torero cordobés José Luis Moreno -que protagonizó la historia agridulce de la corrida-. Frente a ellos, seis toros de cárdenos de Victorino Martín.
El público agradeció la gesta de última hora con una ovación de salida, al inicio del paseíllo, y acabó hartándose de hacer sonar las palmas en la triunfal vuelta al ruedo que dieron el torero mexicano y el ganadero de Galapagar. El primero, por haber cortado tres orejas -estadística no lograda por ningún diestro en todo el abono de Julio- y, el segundo, por representar al mejor encierro de toda la feria. Y con creces, pues en la de Victorino hubo toros para endulzar el toreo y otros para evitar la cornada: lo que se dice variedad.
Pero, sobre todo, hubo nobleza. Sin embargo, la tarde estuvo gafada para José Luis Moreno, que resultó cogido grave al matar a su primero. Sufrió una cornada que le causó graves destrozos musculares en un muslo y que precisó de una transfusión de un litro de sangre. Y un litro de sangre tiene muchas gotas de ganas que merecen una buena oportunidad en la reaparición del torero.
[22-7-2000]