Nacional  La Semana que vivimos - Del 10 al 16 de julio de 2000 - Número 167  

ETA explosiona dos coches-bomba con
50 kilos de explosivo en Madrid y Soria

Amalia Casado.- Para muchos ciudadanos españoles, esta fechas devuelven a la memoria los escalofriantes momentos vividos hace tres años, cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco casi ante los ojos de todos los españoles. Sólo faltó ver el tiro que acabó con su vida.

ETA ha elegido precisamente estas fechas para soltar su particular serpiente de verano: cinco atentados en doce días, dos de ellos separados por apenas 16 horas. Por fortuna, el último coche bomba de ETA no causó muertes. Estalló sin previo aviso frente a la casa cuartel de la localidad soriana de Ágreda a las 14:40 del domingo. Sólo Estrella Ruiz, esposa de uno de los guardias civiles del cuartel, sufrió el impacto de la metralla en su pierna. Una furgoneta que contenía entre 30 y 35 kilos de explosivos fue la causante del impacto.
Al parecer, y según declaraciones del subdelegado del Gobierno en Soria, Carlos de la Casa, el coche fue aparcado en el lugar entre las 14:15 y las 14:45 horas porque anteriormente una patrulla había terminado la ronda de inspección, en la que no notaron nada extraño. Sí se produjeron graves daños materiales y desperfectos, especialmente en la casa cuartel formada por 15 viviendas en las que viven las familias de 16 agentes -un total de 35 personas-.
El Ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, ha visto confirmada de nuevo su tesis de que la "mal llamada tregua de ETA" fue una "tregua trampa" que utilizaron desde la sombra para volver a articular sus comandos. Después de la condena de la Confebask -Patronal vasca- y de sus acciones encaminadas a evitar que se les pague a los asesinos el llamado "impuesto revolucionario", hay analistas que interpretan esta cadena de atentados como una respuesta a los empresarios.
Otras hipótesis barajan la posibilidad de que sea una forma de presión al PNV, que supuestamente está negociando con ETA una nueva tregua, pero que a cambio exige más claridad y contundencia de los peneuvistas respecto a su intención de reivindicar la soberanía del País Vasco y, por tanto, la independencia.
[16-7-2000]


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Última actualización: Domingo, 16 de julio de 2000