Sociedad  La Semana que vivimos - Del 15 al 21 de mayo de 2000 - Número 159  

Tres tragedias pirotécnicas
en Europa durante una semana

Javier Bragado.- La explosión de una fábrica pirotécnica de Enschede, Holanda, provocaba la muerte de 20 personas, 950 heridos y la destrucción de 400 viviendas el pasado 13 de mayo. Parecía un suceso aislado, pero pocos días después -el lunes de la semana pasada- explotaba otra instalación en Rafelcofer (Valencia) llevándose por delante a seis trabajadores y dejando a otro con quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo.

Sin embargo, eso no era todo, el jueves de la semana pasada una pequeña fábrica de pólvora en Veroli -al sur de Italia- explotaba y causaba la muerte de tres personas más. Esta serie de catástrofes ha llamado la atención sobre la prevención de estos riesgos. En el caso de la factoría holandesa, se encontraba ubicada en un lugar densamente poblado, circunstancia que favoreció la destrucción de todo un barrio. En cambio, en el caso de Rafelcofer el taller se encontraba a 900 kilómetros de la localidad y se mitigó la desgracia.
El consejero de Justicia, Serafín Serrano, ha aclarado que la empresa Hermanos Borredá -que posee la fábrica valenciana-, cumplía con el reglamento sobre explosivos reformado en 1998 y que en Valencia la Administración autonómica efectúa inspecciones periódicas por las circunstancias especiales de esta zona -la proliferación de instalaciones de este tipo debido al dominante interés por los juegos pirotécnicos-. En esta misma línea, el alcalde de Veroli, Danilo Campanari, sostiene que la fábrica cumplía todos los requisitos legales y una tradición en el sector de varias generaciones.
Las causas que provocaron la explosión en Rafelcofer se desconocen, pero se sitúa su origen en la caseta de las candelas romanas, unas carcasas de grandes dimensiones y potencia con artefactos pirotécnicos en su interior que estallan en cadena. El fuego se propagó rápidamente a más de 30 casetas colindantes y seis trabajadores no pudieron escapar. Vicent Borredá, propietario de la pirotecnia destruida, ha reconocido que había recibido la autorización administrativa de un proyecto de mejora -presentado hace un año- de las instalaciones que incluía la redistribución de estas casetas para mejorar su seguridad y adaptarlas a la normativa.
Las investigaciones se han iniciado en España, Italia y Holanda para averiguar la génesis de las catástrofes. En España, Barredo afirma que "las únicas personas que podrían contarlo están muertas". Al mismo tiempo, en los Países Bajos se ha iniciado una investigación y se baraja la posibilidad de un inicio provocado, mientras que los propietarios de la fábrica de Enschede han huido de la justicia.
[19-5-2000]


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Última actualización: Domingo, 21 de mayo de 2000