Opinión  La Semana que vivimos - Del 15 al 21 de mayo de 2000 - Número 159  

SIN CONCESIONES

Los diez mandamientos de Heston

Pablo A. Iglesias.- Levantó su brazo como otras tantas veces. Empuñó aquel arma y la alzó al cielo en señal de poder y desafío al enemigo. No hubiera sido su primera vez en apretar el gatillo. Antes, había cometido tal imprudencia millones de veces, en la ficción y en la vida real. Probablemente, su gusto por las armas de fuego le viene de su pronta vocación de actor. Sí, de actor. Durante años, los expertos le denominaron como uno de los mejores intérpretes de Hollywood. Ahora, él mismo aprovecha aquella virtud para convencer al resto de los estadounidenses de la imperiante necesidad de poseer una pistola en casa. "Hay que defenderse del posible enemigo", aseguran sus compañeros de Asociación.

Así es Charlton Heston, fiel reflejo de la preocupante y actual sociedad norteamericana. De ser más joven, habría interpretado a la perfección el papel de militar psicópata en American Beauty. Mejor" por "psicópata en American Beauty. Mejor que nadie habría tomado su pistola del armario y habría asesinado de un tiro en la nuca a Kevin Spacey. Igual que los terroristas con López de Lacalle. Sin embargo, a Charlton Heston le preocupan otras cuestiones. En concreto, la limitación de armas de fuego que impulsa Al Gore. "Eres mi enemigo" afirmó Heston en una manifestación.

Hasta ahora, todo el mundo le recordaba como el mítico Moisés que recogió las tablas de la ley en Los diez mandamientos. Pero su decálogo de la vida ha sufrido un cambio brutal. Tanto como la realidad misma: dos niños muertos cada día en EE.UU. y más de 30.000 víctimas anuales por armas de fuego. Es la triste evolución que sufre la raza humana, en especial, en Norteamérica. El que un día defendió en el cine el "no matarás" apoya ahora la tenencia doméstica de armamento. Quien un día interpretó al bíblico Moisés se ha convertido en un habitante del Planeta de los Simios.


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Última actualización: Domingo, 21 de mayo de 2000