Beatriz de Lucas.- Aunque no ha habido declaraciones del portavoz de Euskal Herritarrok (EH), Arnaldo Otegi, la posición de su partido es clara: hay que avanzar para "construir Euskal Herria" pese a quien pese. La última propuesta del grupo abertzale es la de expedir un "carné de identidad vasco".

Los acuerdos entre nacionalistas radicales y moderados están paralizados desde el fin de la tregua y desde que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA) deben, como sea, desmarcarse de la violencia. Los radicales no se dan por vencidos. Según el secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, "es el momento de que las fuerzas abertzales y progresistas [...] vayamos planteando [...] mecanismos que pongan en marcha a la sociedad vasca". Para el portavoz peneuvista en el Congreso, Iñaki Anasagasti, el Estatuto de Guernika ya "es construcción nacional".
Pero EH juega a dos bandas. Por un lado, reclama que "Udalbiltza tendría que poner en marcha enseguida el carné de identidad vasco" para crear un censo con el que elegir una asamblea constituyente en el País Vasco, Navarra y el País Vasco francés. Por otro, ha respaldado el Gobierno vasco durante una sesión parlamentaria en la que el Partido Socialista Vasco (PSE) presentó una proposición no de ley, transaccionada por PP, UA e IU, en la que se exigía un cambio profundo en el mapa escolar vasco. La oposición considera que el sistema actual fuerza a los padres de familia a elegir el modelo D de enseñanza, exclusivamente en vascuence y con el castellano como asignatura, frente al A o al B, en los que el castellano tiene una mayor presencia.
El apoyo de dos diputados de EH -uno de los cuales llegó cinco minutos antes de la votación- fue suficiente para evitar el mayor fracaso político del Ejecutivo de Ibarretxe en cuestiones educativas. Por otro lado, han ingresado en prisión, por orden del juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, otros seis jóvenes relacionados con la violencia callejera.
[20-5-2000]