Almudena Hernández Pérez.- Templó, mandó y ligó el torero ¡a caballo! Pablo Hermoso de Mendoza es el gran triunfador de la primera semana de la Feria de San Isidro. El navarro cortó tres orejas en su mano a mano con Joao Moura, que obtuvo un trofeo. Ocurrió el sábado de la semana pasada. Y se puso el cartel de "No hay Billetes". A eso se llama no defraudar a la afición y engrandecer la Fiesta, que en el descriminado rejoneo también es grande.
Aparte de lo de Mendoza y sus galopadas, exponiendo las cabalgaduras y midiendo los terrenos, en la Feria ha habido más pena que gloria. A Cagancho sólo le hace falta ser persona para ser figura, porque valiente y torero lo es. Fue una lástima lo de Fernando Robleño y Antonio Barea con sus respectivos percances en Las Ventas. Pero les ha valido un mano a mano después del ciclo isidril. Será el día 11. Los novillos de La Quinta fueron despachados por Martín Antequera, un torero que salvó la papeleta en la primera plaza del mundo y que también necesita más sitio.
Las lágrimas llegaron el jueves. La moral y la cuenta corriente de quienes llenaron la plaza se vinieron abajo con el cartel del día "D". "D" de desconsuelo por la corrida de Samuel; "D" de desolación por quienes quisieron volver a ver en Madrid aquella otra tarde de los samueles (la del 23 de mayo del 96) en la que, como esta última, también estuvieron Ponce y Rivera Ordóñez. Pero, en la del 17, la tarde de la esperada y mediatizada confirmación de El Juli, faltó química. Faltó Joselito. Y faltó papel que vender a la gran demanda. Hubo muchos que pagaron mucho y luego no pasó nada.
Quizás por eso, para no faltar a la afición de la capital de España, Joselito se anunció en La Chata el pasado domingo y congregó junto a José Tomás y Curro Vázquez igual de multitudinariamente que El Juli. Cosas de ubicación de los cosos. Pero antes, en el sur, otro cartel de reclamo armó la marimorena, más bien por las consecuencias que tuvo. En Jerez de la Frontera, la tarde del jueves de la semana pasada tuvo pena y gloria. Se fue de los ruedos Rafael de Paula por no poder matar a ninguno de sus oponentes y Curro Romero cortó tres orejas y un rabo en una tarde de inspiración. Sí, han leído bien: tres orejas y un rabo en una tarde de inspiración del Faraón.
[21-5-2000]