Paula Pons Martínez.- La Reserva Federal de EE.UU. ha elevado el precio del dinero por sexta vez en menos de un año, el incremento no fue de un cuarto de punto como en las ocasiones anteriores, sino de un severo medio punto. Los tipos de interés se sitúan ahora en el 6,5 por ciento.
Con esta medida, la Reserva Federal pretende paliar los desequilibrios inflacionistas provocados por el vigoroso crecimiento por el que atraviesa el estado norteamericano, que va a entrar en su undécimo año consecutivo de expansión. En el comunicado en el que se explicaba la decisión, Alan Greenspan, presidente de la autoridad monetaria, y el resto de directivos, subrayaron que sigue preocupándoles la posibilidad de que la voracidad de la demanda supere los notables incrementos de la productividad de las empresas estadounidenses.
Según las previsiones, Greenspan no abandonará su política restrictiva hasta que no vea signos claros de desaceleración de la economía de su país. Los analistas coinciden en que la Reserva Federal volverá a incrementar en otro medio punto adicional el precio del dólar de aquí a finales de año.
Por su parte, el euro no ha resistido el golpe tras la subida y la moneda única llegó a cotizar muy cerca de su mínimo histórico alcanzado a principios de mes. La autoridad monetaria de la zona euro se enfrenta a una complicada disyuntiva. El Banco Central Europeo (BCE) tiene que tomar una nueva decisión acerca de los tipos de interés en su próxima reunión, a celebrar el 25 de mayo.
Si mantiene los tipos, apoyado por los buenos resultados de la inflación en la eurozona durante abril que se situó en el 1,9 por ciento, la moneda de los Once podría seguir desplomándose. Si, por el contrario, aumenta los tipos para contrarrestar el diferencial entre el precio del dinero en EE.UU. y en la zona euro, para así fortalecer la divisa, podría comprometer el crecimiento de las economías del viejo continente, que apenas llevan 10 meses de expansión continuada.
[18-5-2000]