Deportes | La Semana que vivimos - Del 8 al 14 de mayo de 2000 - Número 158 |
Roberto J. Madrigal.- Las claves del conjunto che residen en su juego de equipo, sólido en todas sus líneas. Comenzando por un seguro en la portería, ya sea Cañizares o Palop; continuando por una defensa sólida, con Angloma, Djukic, Pellegrino y Carboni (aunque este último no podrá jugar en París, sancionado); siguiendo por un medio campo joven y con olfato de gol, con Mendieta, Farinós, Gerard, el Kily González y, ocasionalmente, Angulo, y terminando en una delantera muy rápida, con el Piojo López, Juan Sánchez o Ilie, aunque la del rumano no ha sido una gran temporada.
Además, el conjunto valencianista ya ha hecho historia y saldrá más relajado que el Real Madrid, porque no está obligado a ganar. Con todo, otra de las bazas del Valencia ha sido su afición, que siempre ha estado con el equipo y lo ha llevado en volandas hasta la final. El segundo finalista será el equipo que más partidos va a jugar esta temporada en la Liga de Campeones, la máxima competición europea de clubes: 19 partidos entre la ronda previa, las dos liguillas, las eliminatorias de cuartos de final y semifinales y la final de París. Con todo, el equipo que más ha sorprendido en esta Liga de Campeones ha mostrado una imagen más que aceptable durante toda la competición. Los de Héctor Cúper empezaron la competición a mediados de agosto, en plena pretemporada. Para acceder a la liguilla de la primera fase se tuvieron que enfrentar al Hapoel Haifa. Una vez superada la eliminatoria, el sorteo le deparó al Valencia, un novato en la Liga de Campeones, un viaje más que complicado hacia la segunda fase: tuvo que jugar contra el Glasgow Rangers, el PSV Eindhoven y el Bayern de Múnich, que tres meses antes había llegado a la final de la Liga de Campeones. Aunque a esas alturas Cúper no conseguía hacer funcionar al equipo y la afición se acordaba de Ranieri, el Valencia, que atravesaba los peores momentos en la Liga, se transformó en Europa y comenzó a deslumbrar al continente. Se hizo fuerte en Mestalla, donde sólo cedió un empate contra el Bayern, y con una victoria en Glasgow dio la primera sorpresa, pues el conjunto che consiguió clasificarse para la segunda liguilla, invicto, como líder de grupo. LA SEGUNDA RONDA El segundo sorteo deparó otro grupo de la muerte para el Valencia. Esta vez, los de la capital del Turia tenían que enfrentarse al vigente campeón, el Manchester United, al Fiorentina y al Girondins de Burdeos. Derrotó con claridad a los franceses, un equipo débil, en sus dos enfrentamientos. Sin embargo, sendas derrotas en Florencia, con un polémico penalti, y en Manchester, en el peor partido de toda la competición, hicieron pensar que el Valencia no se clasificaría para cuartos de final. Sin embargo, el conjunto che recobró la brillantez en el momento más oportuno: le devolvió la moneda al Fiorentina y aprovechó para ganarle al equipo italiano la diferencia de goles, que le beneficiaba en caso de empate. El triunfo, además, devolvió la confianza a los jugadores del Valencia. El último partido de la liguilla, contra el Manchester, fue un paseo: el conjunto inglés como el español se conformaron con un empate a cero, que los clasificaba para cuartos de final y dejaba fuera al Fiorentina, al que nadie quería como rival para la siguiente ronda. EL SECRETO Héctor Cúper ha sabido mantener la calma y planificar la condición física de su plantilla para que, después de nueve meses a pleno rendimiento, el Valencia llegue al tramo final de la temporada en su mejor momento. El tiempo le ha dado la razón, y la afición ha acabado por agradecérselo. En las eliminatorias de cuartos de final y semifinales, el Valencia se ha beneficiado de su gran momento de forma para resolver las eliminatorias, con dos grandes partidos que no olvidará fácilmente la afición, que llenó Mestalla para la ocasión. En cuartos de final se enfrentó al último equipo italiano, el Lazio, que se llevó cinco goles en contra, insalvables ya, para el partido de vuelta. En semifinales le endosó otros cuatro goles a su rival, el Barcelona de Louis Van Gaal, que en ambos partidos se mostró claramente superado por el Valencia. |