Nacional  La Semana que vivimos - Del 1 al 7 de mayo de 2000 - Número 157  

ETA asesina al periodista
José Luis López de Lacalle


La Semana.- Un tiro en la sien, un tiro en la nuca y dos balas en el torax acabaron con la vida de José Luis López de Lacalle. Eran las 9:45 de la mañana del domingo cuando su cuerpo, aún con vida, se desplomó en la acera frente al portal de su casa, herido de muerte por los asesinos de ETA. López de Lacalle, periodista de la sección Euskadi del diario El Mundo, es la última víctima del temor terrorista a la libertad de expresión.

La mañana en que sus ojos vieron la luz por última vez, visitó por última vez la librería donde compraba, todos los días, ocho periódicos: ABC, El Correo, Deia, El Diario Vasco, Gara, El País, El Mundo y La Razón. Por última vez se dirigió a la cafetería donde desayunaba su croissant acompañado de un café. Ojeó una de las ocho tribunas desde donde se pone en práctica todos los días la libertad de expresión y se encaminó hacia su casa, por última vez.
A pocos metros del portal, cuatro balas interrumpieron su trayecto y acabaron con su vida. Testigos del asesinato declaraban que fueron al menos dos los atacantes que callaron su boca y su pluma para siempre. El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Jon Imaz informó de que el periodista no murió en el acto y que falleció minutos después de que acudieran en su auxilio los servicios asistenciales. Fue entonces cuando su cuñada volvía de un paseo matutino y, al verlo en el suelo sobre un charco de sangre, gritó: ¡Asesinos! ¡Asesinos!

INVESTIGACIONES

La Ertzaina ha iniciado una operación policial para dar con los autores del crimen, en principio, y según fuentes de la investigación, dos miembros del comando Donosti. Supuestamente son dos hombres de unos 25 años que, agazapados en un portal contiguo al del López de Lacalle, esperaban su llegada. Uno de ellos disparó. Luego le remató en el suelo. Escaparon y, en la huida, uno de los asesinos cayó sobre una furgoneta Citröen Berlingo que la policía investiga.
José Luis López de Lacalle es el segundo periodista al que ETA ha asesinado a lo largo de toda su trayectoria de sangre y crimen. El primer atentado contra un profesional de la información fue el que acabó con la vida de José María Portell. Era el 28 de junio de 1978. Un año antes había sido elegido por el Gobierno de Adolfo Suárez como intermediario en una posible negociación con ETA. La banda terrorista siempre ha expresado que los periodistas son uno de sus principales objetivos, y esta estrategia se ha hecho más evidente durante las últimas semanas.
Primero, con el paquete bomba camuflado en una caja de puros y que fue enviado el pasado 25 de febrero al periodista de RNE, Carlos Herrera. Un mes después, el 25 de abril, el blanco fue José María Zuloaga, subdirector de La Razón y periodista especializado en terrorismo. El paquete bomba que le dirigieron iba, esta vez, camuflado, no sin cierta ironía, en un ejemplar del libro Crimen y Castigo. Ambos se salvaron de la muerte. Pedro Briongos, redactor-jefe de El Correo, Carmen Gurruchaga, de ABC o José María Calleja, presentador de informativos de Euskal Telebista (ETB), son otros de la larga lista de profesionales de la información que han sido víctimas de la violencia callejera (kale boroka) y de las amenazas de los terroristas.
[7-5-2000]


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Última actualización: Domingo, 7 de mayo de 2000