María Lloría Andrés.- Telefónica, tras dos días de reunión del consejo de administración, ha decidido poner fin a las negociaciones con la compañía holandesa KPN para formar un único grupo de telecomunicaciones. Telefónica ha visto cómo el Gobierno español y dos de sus accionistas de referencia, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y La Caixa, han presionado para que la operación no se llevara a cabo.

Tanto Telefónica como KPN son dos compañías privatizadas, la única diferencia es que el Gobierno holandés controla el 43 por ciento de KPN, mientras que el español no posee ninguna participación en Telefónica. Y es, precisamente, esta situación la que no agrada al Ejecutivo español y por ello el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, advirtió que no aprobaría la alianza hasta que el Gobierno holandés no vendiera las acciones que tiene en la compañía KPN. Esta afirmación la puede hacer Rato porque tras la privatización de Telefónica, el Ejecutivo español se guardó el derecho de veto en la compañía (la golden share o acción de oro) para evitar operaciones no deseadas como ésta.
Con esta unión Villalonga pretendía constituir un grupo de dimensión internacional. El presidente de Telefónica eligió KPN porque es una empresa que económicamente está bien y que además sirve de trampolín para llegar a los mercados de Europa central y del Este. Si la operación hubiera fraguado el Ejecutivo holandés habría pasado a ser el primer accionista de la nueva sociedad con un capital cercano al 15 por ciento, muy por encima del seis por ciento del BBVA y del dos de La Caixa.
Nada más hacerse pública la noticia de la ruptura, los títulos de Telefónica cayeron algo más de un tres por ciento en la Bolsa de Nueva York, una vez que el mercado madrileño había cerrado. La principal consecuencia del fracaso de esta fusión es el debilitamiento de poder de Juan Villalonga tanto con el Gobierno como con sus accionistas. El presidente de Telefónica ha asegurado que no piensa dimitir y que ha perdido una batalla, pero la guerra continúa.
[5-5-2000]