Opinión | La Semana que vivimos - Del 17 al 23 de abril de 2000 - Número 155 |
PERSPECTIVA Desde hace unos meses, al habitual paisaje de gente sentada o agarrada a la barra, cantantes pidiendo limosna, andenes llenos de publicidad y escaleras mecánicas, se ha unido un elemento que ha transformado parte de esta cotidianeidad: Madrid y más. Para los que no viven en esta ciudad explico que es un diario gratuito que se distribuye cada mañana en las principales bocas de metro y que, con una tirada en torno a los 140.000 ejemplares diarios, ha cambiado los hábitos de mucha gente. Siempre ha sido habitual ver a los viajeros con algún libro, escuchando música o con algún periódico. Pero estos últimos eran los menos. Ahora, por las mañanas, miras a cualquier parte del vagón y siempre encuentras a alguien hojeando el Madrid y más. Sin duda, me parece un paso adelante y ojalá sirva para que en este país se lea más prensa. Iniciativas como ésta me parecen loables y, según se está demostrando en este caso, pueden ser rentables. Hace unos días se publicó que los responsables del metro querían dotar de cobertura para los móviles en los túneles e introducir un canal interno de televisión en los vagones. Lo primero me parece buena idea -pediría también que se escuchara la radio, por favor-, lo segundo no lo veo bien. Sugiero que ese dinero que se gastarían en una televisión lo invirtieran en libros de bolsillo para los viajeros. Subvencionen los libros a los miles de ciudadanos que viajan en metro y no se gasten el dinero en más televisión. Madrid y mas ha conseguido que se lea un periódico en el metro. Más sencillo sería lograr reforzar un hábito ya muy extendido en los vagones y andenes: leer buenos libros. Aprovechemos las horas que los viajeros pasan al día bajo tierra para algo interesante y bueno para todos. Hagamos mejor el metro de Madrid. Fomentemos más Madrid y más.
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