Internacional  La Semana que vivimos - Del 17 al 23 de abril de 2000 - Número 155  

Zimbabwe busca la salida a la crisis del
reparto de la tierra con un cese de la violencia

Valentín Arranz.- La mediación internacional de los países australes africanos, y la antigua metrópoli, Gran Bretaña, ha servido para detener, en parte, el acoso a los terratenientes blancos. Gracias a esta mediación, la policía del país, hasta este momento espectadora en primera fila de la violencia de los ex guerrilleros, ha detenido ya a varios instigadores.

Los veteranos de la guerra de Rhodesia, liderados por Hitler Hunzvi, se han organizado en grupos, preferentemente en el norte del país, para ocupar las explotaciones de propietarios blancos. Su política de miedo y destrucción de propiedades ha surtido efecto en la minoría blanca, que se ha visto obligada a abandonar sus granjas y a poner al día su documentación por si tiene que abandonar el país.
La muerte de dos granjeros blancos ante la pasividad de la policía ha cuestionado la política del presidente Mugabe, que lleva en el poder desde 1980, año en que se aprobó la Constitución de este pequeño estado. Mugabe se muestra partidario de un reparto de la tierra, ahora concentrada en las manos blancas, pero la violencia de los ex guerrilleros no parece una solución pacífica. Enfrente del gobierno se encuentra el principal partido de la oposición, Movimiento por un Cambio Democrático (MCD). Al parecer, los granjeros asesinados tenían relación con este partido, lo que hace sospechar la verdadera naturaleza de los ataques y la no intervención de la policía.
La redistribución de la tierra en un país como Zimbabwe que vive de la agricultura fue contemplada por Gran Bretaña, que en el momento de la descolonización se comprometió a crear un fondo para facilitar las expropiaciones y repartir la tierra de forma más equitativa. Pero la política de Mugabe no generó confianzas en los despachos londinenses y se retiró el fondo. Los propios granjeros blancos confiesan que esas tierras expropiadas fueron repartidas entre los ministros y personas cercanas al presidente. Ahora, la mediación internacional, especialmente Londres y Sudáfrica, parece ser la única salida a un conflicto político y social expresado en el desigual reparto de la tierra y en la ausencia de libertades políticas.
[22-4-2000]


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Última actualización: Domingo, 23 de abril de 2000