Ana Arenas Sánchez.- El 23 de abril es un día especialmente dedicado a aquellos a los que les gusta dejarse llevar por la imaginación y pensar en poesía, en caballos y doncellas, en guerras, en historias imposibles... en cualquier cosa hasta la que nos lleve la mente. Es un día para hablar de libros viejos y antiguos, pero también de los nuevos; de escritores y de lectores que a través de los libros nos hacen trasladarnos a otra dimensión y nos permiten escaparnos de este mundo de injusticias y hambre para llevarnos a lugares maravillosos.
Fue en 1996 cuando la Unesco, con Federico Mayor Zaragoza como director general, declaró este día como el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor. Este día coincide precisamente con el aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes, la muerte de Josep Pla y, aunque con desajustes del calendario, también con el de William Shakespeare. Ahora, esta tradición llega a 42 países del mundo en el que, de una manera u otra, se celebra este día.
Sin embargo, este año ha sido diferente. La Semana Santa ha coincidido con la tradicional Feria del Libro en España. Por eso, la mayoría de los actos que se preparan con motivo de este día se han tenido que adelantar y otros, suprimir. Pero el Día del Libro es el Día del Libro y aunque ha coincidido con el Domingo de Pascua, no se ha dejado olvidado.
En Barcelona también se ha celebrado el día de Sant Jordi y por eso, se ha regalado una rosa con cada compra de un libro, que este año lleva, además, un diez por ciento de descuento. Como novedad y en espera de que se convierta en tradición, se convocó a todos los escritores que se encontraban en ese momento en la ciudad.
En Valladolid se regala una botella de vino de la Denominación de origen de Cigales y "pastas de Portillo" a cada comprador de un libro en los puestos que se instalaron en la plaza de España. Se trata también de una novedad pero que pretende convertirse en una tradición.
Y en Lugo, se pretende rodear de libros la muralla romana para apoyar su candidatura a ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El primer libro se ha puesto, precisamente, el 23 de abril, Día Mundial del Libro.
[23-4-2000]