Marta López de Cervantes.- Rem Koolhaas no sólo ha conseguido el mayor reconocimiento mundial para sus obras arquitectónicas. El jurado que otorga el Pritzker ha tenido en cuenta sus escritos e ideas en la misma medida que su aportación al mundo de la arquitectura. Este periodista y cineasta antes que arquitecto, se dio a conocer en 1978 con Delirious New York, un manifiesto en el que defendía la masificación y congestión de dicha ciudad norteamericana como una de sus mejores cualidades.
Con este premio a su trayectoria artística, Koolhaas se posiciona como uno de los mejores arquitectos de este siglo. Algunos expertos lo han llegado a comparar con uno de los mayores genios que en este campo han destacado: Le Corbusier.
Tras formarse en la Architectural Association of London y en el Institute for Architecture and Urban Studies, Rem Koolhaas fundó la OMA (Office for Metropolitan Architecture) junto a personalidades como Elia y Zoe Zenghelis y Madelon Vriesendorp. Con esta asociación comienza a hacerse un hueco dentro del mundo de la arquitectura, aunque siempre yendo contra corriente con su peculiar y poco ortodoxo estilo. Sus reglas y objetivos eran "la definición de nuevos tipos de relaciones, tanto teóricas como prácticas, entre la arquitectura y la situación cultural contemporánea". A sus 56 años, cuenta entre sus obras con el proyecto irrealizado de la Biblioteca de Francia, la Kunsthal de Rotterdam, el Teatro Holandés de Danza en La Haya, el Hotel y el Palacio de Agadir en Marruecos y el Palacio de Congresos de Lille en Francia, y muchas más tan prestigiosas como estas.
El estilo propio del arquitecto, siempre independiente y al margen de las modas, le han hecho merecedor de este premio en reconocimiento a una amplia carrera llena de creatividad e iniciativa. El galardón fue creado años atrás por la familia propietaria de la cadena hotelera Hyatt, y Koolhaas es el primer arquitecto holandés que lo recibe.
En 1995, edita un libro: S, M, L, XL, que ha sido calificado, en alguna ocasión, como su obra más importante. En él proclamaba, mediante textos e imágenes, la supremacía y triunfo de lo grande frente a lo pequeño, defendiendo con vehemencia su pasión por las grandes escalas y proporciones. Las aglomeraciones de la metrópolis le fascinaban. Toda su obra de basa en ese ideal urbanita que siempre ha defendido como canon de belleza propio. En la actualidad, Koolhaas está embarcado en obras de gran envergadura en los Estados Unidos. Entre ellas están varios proyectos encargados por Universal Studios, una biblioteca en la lluviosa ciudad de Seattle, un nuevo edificio en el campus del Illinois Institute of Technology de Chicago y un hotel en Nueva York de construcción conjunta con los suizos De Meuron y Herzog.
[17-4-2000]