Alberto Escalante.- Los ciudadanos españoles se echaron a la calle el fin de semana tras el último asesinato de ETA para luchar contra los terroristas con la palabra y la democracia. La más representativa tuvo lugar en Madrid el domingo por la mañana.
Desde la plaza de Colón hasta la Puerta del Sol, más de un millón de personas siguieron a una cabecera de la manifestación en la que caminaban unidos el presidente del Gobierno, sus tres predecesores en la democracia española, los candidatos de la oposición, representantes sindicales y sociales, los presidentes del Congreso y del Senado y un largo etcétera de personalidades unidas por un lema claro: "Por la paz y la democracia. Terrorismo no".
Pero había una ausencia muy significativa: los nacionalistas vascos. Mientras en Madrid se pedía la paz, en Euskadi se presentaban las listas electorales del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en un acto en el que Arzalluz pedía que, antes de "poner delante de los caballos" a Euskal Herritarrok (EH), otros deberían condenar el franquismo.
La gran manifestación de Madrid terminó con un comunicado escrito y leído por el actor vasco Imanol Arias con emoción, y firmado por todas las personalidades asistentes. Arias dijo que "la responsabilidad íntegra de este crimen es de ETA. Son responsables quienes han matado y se convierten en sus cómplices quienes lamentan esta muerte pero se niegan a admitir que no hay excusa alguna que la justifique", en una clara alusión a Otegi. "Debemos exigir firmeza y unidad a todos los grupos políticos democráticos para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actúen eficazmente", añadió. Para terminar su discurso y ya sin leer el papel en el que tenía escrito el texto, Arias gritó "¡Violencia no! ¡Terrorismo no! ¡Basta ya! ¡Que dejen de matar! ¡ETA kanpora! -ETA fuera- ¡Iros, no os queremos! Los ciudadanos españoles no necesitamos más muertos para movernos, nos sobran todos los muertos y nos movemos. No queremos ni un muerto más".
[23-1-2000]