Patricia García Serrano.- España tendrá que permitir la entrada en su territorio a 12 millones de inmigrantes en 50 años para alcanzar la proporción de al menos cuatro personas activas por cada una jubilada. De este modo, el número de personas que entran anualmente en España tendría que ascender de 30.000 a 150.000.
A estas conclusiones ha llegado la Oficina Estadística comunitaria (Eurostat), que ha publicado un informe en el que sitúa el crecimiento natural demográfico de la población de la Unión Europea en 1999 como el más bajo desde la II Guerra Mundial, con unas 266.000 personas. A la cifra se añade un saldo migratorio positivo que alcanzó las 717.000 personas, lo que supone un incremento notable con respecto a 1998. Los datos publicados por Eurostat develan una población total europea que ha aumentado en el año 1999 casi un millón de personas, un 0,26 por ciento más que en 1998.
El informe demuestra que la población europea ha crecido en el último año gracias a la inmigración, ya que las migraciones internacionales han constituido cerca de las tres cuartas partes del incremento total de la población comunitaria. El estudio Migraciones de sustitución, dado a conocer por Naciones Unidas muestra también el claro descenso de la población activa en España en los próximos años si se mantienen las pautas demográficas actuales.
Este trabajo ha causado inquietud a los sindicatos españoles UGT y CC.OO., quienes que los problemas que acarreará el descenso de población activa no se solucionarán sólo con aumentar la cifra de inmigrantes. Almudena Fontecha, miembro de la Ejecutiva de UGT y responsable de migraciones, manifestó que además de incrementar el número de inmigrantes "es necesario aumentar la población activa española, sobre todo femenina y fomentar el crecimiento de la natalidad con medidas que faciliten a hombres y mujeres compatibilizar mejor su vida profesional y familiar".
Por su parte, José Luis Sánchez, secretario de Juventud, Migraciones y Acción Social de CC.OO., cree que España necesitará de población inmigrante, pero a su vez manifiesta que "no hay que olvidar el gran porcentaje de parados que hay en nuestro país". La iniciativa para aumentar la población activa con mano de obra extranjera la ha llevado a cabo el convenio colectivo para los trabajadores del campo de Baleares que incluirá cláusulas laborales para respetar las costumbres religiosas de los inmigrantes, en su mayoría de ideología musulmana.
[6-1-2000]