Cultura | La Semana que vivimos - Del 3 al 9 de enero de 2000 - Número 140 |
Lola Ocaña.- Después de intentarlo en 1997, Lorenzo Silva se ha hecho con el premio Nadal. Silva, hijo y nieto de militares y abogado de profesión, se llevó el galardón durante la tradicional cena que Ediciones Destino celebra en el hotel Husa Palace, el que fue el antiguo Ritz de Barcelona, el día de Reyes. El libro premiado es la segunda entrega de las aventuras de una pareja de la Guardia Civil, el sargento Bevilacqua y la agente Chamorro.
Tras la entrega del galardón, el autor reivindicó el género policíaco, aunque hizo una distinción entre dos clases de novela policíaca: en una, dijo, lo importante es resolver el enigma del crimen. En la otra, añadió, lo que cuenta es "mostrar un trasfondo social, las vidas que han rodeado ese crimen". Silva ha considerado que su novela se encuentra entre las segundas. La primera entrega de las aventuras de estos dos guardias civiles, publicada en 1998 por Destino, y que llevaba por título El lejano País de los estanques obtuvo ese mismo año el premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España. El libro ha servido al autor para presentar a los dos singulares personajes, un sargento licenciado en psicología y con escaso apego por la jerarquía y una hija de militar a la que no aceptaron en ninguna academia de los ejércitos y se tuvo que conformar con el uniforme verde y el tricornio. |