Opinión  La Semana que vivimos - Del 12 al 18 de abril de 1999 - Número 106  

- Alberto Escalante
- Alpachyno
- Antonio Burgos
- Álvaro Abellán

La guerra de Gila

Alberto Escalante.- Resulta que la todopoderosa OTAN con los todopoderosos Estados Unidos al frente, está organizando una guerra en la que el español Javier Solana parece Miguel Gila. Las guerras de Gila eran tan surrealistas y tan poco profesionales como la de Kosovo. Pensó la OTAN que con un telefonazo en el que le dijeran a Milosevic "que te vamos a atacar como no seas bueno", bastaría para solucionar el problema. Pero tras dos años de telefonazos, Solana tuvo que tomar la decisión de mandar atacar. ¡El prestigio y el poder de la OTAN no podía ser despreciado así! Cuando iniciaron los bombardeos no tenían nada previsto, por lo que se está viendo. Era previsible que cientos de miles de kosovares huyeran a Albania y Macedonia, pero la OTAN no lo vio tan claro y ha tenido que improvisar.
"Un par de días de bombardeos y seguro que Milosevic se rinde", pensaron en la OTAN. Pero Milosevic ni siquiera miró al cielo cuando los aviones de la Alianza sobrevolaron Belgrado. Es más, interceptó y fulminó una de las joyas americanas: el avión invisible. Vamos camino del mes de ataques y Milosevic sigue tan tranquilo. Tiene su Televisión y no tiene a los periodistas extranjeros, pero sobre todo tiene algo más, a Rusia. Parece que el Kremlin no tiene ningún peso y que depende demasiado de Occidente para sobrevivir, pero... por si acaso, los norteamericanos no se atreven a meterse con ella y los rusos se sienten otra vez el ombligo del mundo. El papelón que tiene la OTAN es la intervención terrestre. Nadie la quiere y nadie la creyó necesaria hace más de un mes, pero tampoco querían atacar cuando daban ultimátums y ahí están los aviones. Nadie sabe exactamente cómo acabará esto, pero la OTAN ya no puede perder esta guerra que pensaba ganar sin ponerse el uniforme. Milosevic sabe que en Moscú tiene un padrino y está dispuesto a aguantar.


Vaya puro para los fumadores

Alpachyno.- Que me perdone mi gran amigo Burgos. Pero yo casi le daba el Premio Nobel de Medicina a José Manuel Romay Beccaría. Ha inventado la única cura posible contra el tabaco que nos quedaba a los no fumadores: el Real Decreto. Entiendo que eso de ir a La Maestranza para ver a Curro Romero sin probar el sabor de un buen puro, no es ir a los toros. Aunque el Faraón de Camas corte dos orejas. Pero una cosa es fumarse un Farias antes de una gran corrida, y otra distinta es caer en la vital necesidad de encender un pitillo cada quince minutos. Hay quien dice: "yo sin tabaco no vivo". Mira tú que contradicción.
A mí, se me hace difícil sobrevivir rodeado de chimeneas mutantes que contaminan el ambiente. En la calle, en el trabajo, en el autobús, en el metro... Y eso que está prohibido. Menos mal que el ministro de Sanidad por fin ha pensado en nuestra minoría. Porque con la historia del Medicamentazo... Cada vez hay menos jóvenes que permanecen ausentes a la droga del tabaco. Sobre todo, las chicas. Y sin embargo, los diputados debaten en el Congreso el tamaño de las tallas de la ropa para combatir la anorexia. De acuerdo. Pero la verdadera lacra juvenil está en el alcohol y en el tabaco.
Qué desesperantes deben de resultar diez minutos sin un pitillo que llevarse a la boca. ¡Para tirarse de los pelos! Casi tanto como tener que apagar el teléfono móvil cuando suena en el coche. Porque eso sí que está prohibido. Pero, en cambio, se puede conducir y fumar al mismo tiempo. Se trata de una de las cuantiosas contradicciones que tiene la vida. A partir de ahora, no se podrá fumar ni en los aviones ni en los autobuses. Pero no se asusten. Sobre todo usted, don Antonio. Todavía pueden fumarse un puro durante la corrida o durante el partido de fútbol.


Veremos los controles anti-tabaco

Antonio Burgos.- Por el momento, las muchachas en flor mueren todavía en los controles de alcoholemia, pero como el que avisa no es traidor, advierto que conoceremos los controles antitabaco. El ser más peligroso que hay en la sociedad española no es el joven de Jarrai, ni el atracador... El ser más peligroso es el fumador. Lo ha decretado Estados Unidos, como la guerra "humanitaria" de Kosovo y nosotros, fieles ejecutores de la política del Imperio, lo perseguimos con saña. Dentro de nada, de la lucha contra el tabaco encargarán directamente a Garzón. El fumador es tan peligroso que primero se le hace oscuro objeto del deseo fiscal, y de cada 300 pesetas de una cajetilla, da generosamente por lo menos 200 para Hacienda. Y una vez que ha pagado, se le persigue. ¿Que Canarias vive en buena parte del tabaco y que esto es hundir la economía canaria, dice usted? No me toque los Mardones... Aquí no se fuma ni en los aviones, ni en los autobuses de línea ni en ninguna parte.
Y den las gracias a Dios los fumadores, porque dentro de nada les prohibiremos también fumar cuando van conduciendo. "Si fumas, no conduzcas", será el lema de la campaña, con el vaquero de Malboro de cuerpo presente en un ataúd, usted sabe que hay que dar dramatismo a las campañas de la Dirección General de Tráfico. ¿No hay controles de alcoholemia en la carretera? Vista la política de prohibirlo todo para los fumadores, veremos cómo prohiben fumar en el coche. Te parará la Guardia Civil y te hará soplar para ver si das un índice permitidos de nicotina en sangre. Esperemos al menos que en esos controles contra el tabaco los guardias civiles campeones de tiro no vayan por ahí disparando contra las ruedas de los coches y matando muchachas en flor.
Publicado también en EL MUNDO, Tres a Raya: 18-4-1999.

LA IMAGEN DE LA SEMANA

FOTOGRAFÍA PUBLICADA EN ABC

¿Serbios o kosovares?

Álvaro Abellán.- La muerte. El absurdo. En los Balcanes, el miedo a perder la vida y la angustia del sin sentido alimentan la desesperanza. Miles de kosovares - de personas - son conducidos como ovejas por la policía macedonia - que usa sus perros y el fusil en sustitución del garrote - hacia un destino desconocido. A pocos kilómetros de allí, en Aleksinac, una diseñadora serbia de 40 años, Zora Milikovic, lamenta la muerte de sus vecinos Sofija y Jovan, debida a un "error" de la OTAN.

Por su parte, Slobodan Milosevic continúa con su frío y calculado plan de "limpieza étnica" - genocidio y destierro -. En su conciencia deberían pesar todas las muertes, tanto de kosovares como de serbios. La OTAN, con el papel de "salvador", también debe hacer examen de conciencia. Ha intervenido tarde, con varios años de retraso, desde la ilegalidad - al ignorar la resolución 3.314 de la ONU y desestabilizar así el delicado orden mundial - y de la peor manera: el bombardeo. Desde que se inició la "operación de castigo" - guerra contra Yugoslavia - el número de kosovares asesinados - no sólo desde el bando serbio - y exiliados se ha disparado.

Además, las voces prodemocráticas tanto serbias como kosovares se han diluido. Entre otras cosas porque las mismas personas que tomaron como modelo a los países occidentales cuando votaron sí a la democracia en 1996 sufren ahora los bombardeos de aquellos en quienes confiaron. El Ejército de Liberación de Kosovo - banda terrorista - se armó de esperanza cuando recibió los apoyos de Europa y de EE.UU. en armamento y promesas de respaldo en caso de que se iniciara la Operación Herradura - nombre militar del plan de "limpieza" en Kosovo -. El inicio de esta operación, conocida desde hace meses por los servicios de inteligencia de EE.UU. y de Gran Bretaña, aparece como la ocasión perfecta del ELK para vender su causa al mundo.

Un experto en armamento sabría identificar si el helicóptero de la fotografía es de la Alianza o de los serbios. Podría deducir si los que se ocultan tras el muro son serbios o kosovares. Lo cierto es que da igual. Son sólo personas que, más allá de políticas e intereses supranacionales, sufren, lloran, viven angustiados y sólo sueñan con el fin de esta masacre.


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Última actualización: Domingo, 18 de abril de 1999