Internacional  La Semana que vivimos - Del 12 al 18 de abril de 1999 - Número 106  

- La OTAN comienza los preparativos para un despliegue terrestre en Kosovo
- La diplomacia se ahoga en el estruendo de las bombas
- Straw autoriza el inicio del proceso de extradición
- Buteflika, elegido como nuevo presidente de Argelia tras la retirada de sus rivales
- La guerrilla colombiana secuestra un avión con 46 personas a bordo

La OTAN comienza los preparativos para un despliegue terrestre en Kosovo

Txema García.- A pesar de que la posibilidad del despliegue terrestre de la OTAN aún parece lejana, parece que cada vez se dibuja más clara en el lienzo carmesí de la guerra en los Balcanes. Los preparativos aliados para esta maniobra se desarrollaron paralelamente a la continuación de los ataques durante la pasada semana. En medio del estremecimiento provocado por los espeluznantes relatos y denuncias sobre las atrocidades serbias contra la población albano-kosovar, se produjeron dos nuevos "errores" de la OTAN que provocaron decenas de víctimas civiles.


Las tropas de la OTAN están preparadas para atacar por tierra

Más de 20.000 soldados de los países miembros de la OTAN se desplegarán en los próximos días en Macedonia y Albania. La mayoría de las tropas serán estadounidenses, para lo cual el presidente norteamericano, Bill Clinton, anunció la movilización de 33.000 reservistas y la petición al Congreso para elevar hasta 6.000 millones de dólares los fondos para la guerra en Yugoslavia. El despliegue de tropas servirá para reforzar los ataques aéreos en el caso de que no fuesen suficientes por sí mismos para hacer claudicar a Milosevic. En caso de lograr un acuerdo para la paz, valdrán para controlar el cumplimiento de lo concertado. El Ejército Yugoslavo parece estar preparándose para la batalla terrestre, en la que contará con más de 150.000 hombres para hacer frente a las tropas aliadas.
Los ataques aéreos golpearon objetivos militares y estratégicos durante toda la semana pasada. Dos nuevos "errores" se sumaron a la balanza de los argumentos para los que critican la actuación de la OTAN. Un ataque aéreo provocó más de 55 muertos y decenas de heridos, según estimaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores yugoslavo, al explosionar varios misiles en un tren cuando atravesaba un puente de la línea férrea Belgrado-Salónica considerado objetivo estratégico. El segundo hecho luctuoso se produjo cuando aviones de la OTAN atacaron por error un convoy de refugiados kosovares, al confundirlo con una partida de militares serbios. Los "daños colaterales" del mencionado ataque fueron: 75 muertos y varios heridos. Por su parte, el Ejército Yugoslavo atacó varios pueblos albaneses de la frontera en respuesta a los combates que mantienen con el ELK (Ejército de Liberación de Kosovo) en esta zona limítrofe.
Más de 100.000 nuevos refugiados albano-kosovares llegaron a Albania durante el pasado fin de semana. Se calcula que más de 200.000 kosovares han sido expulsados de sus casas en los últimos días y están vagando por la región. De los más de dos millones de albano-kosovares que había antes del comienzo del conflicto, se estima que solamente quedan en Kosovo algo más de 500.000. Tanto el gobierno norteamericano como la OTAN, denunciaron durante la semana pasada que tienen evidencias de que los serbios han destruido ya más de 400 ciudades y aldeas kosovares, que se han producido multitud de ejecuciones sumariales, y que el asesinato, el robo y la violación son prácticas usuales por parte de los serbios en la expulsión de los kosovares de sus tierras. Todo parece indicar que en Djakovica existe un campo militar serbio donde mujeres kosovares son concentradas para ser violadas. La OTAN también mostró imágenes que ilustran la existencia de fosas comunes. Además, según denunció el ministro británico de defensa, George Robertson, el criminal de guerra Ratko Mladic, tristemente celebre por sus crímenes durante la guerra de Bosnia, está actuando en Kosovo.
[del 12 al 18 de abril de 1999]

La diplomacia se ahoga en el estruendo de las bombas


Las cifras de refugiados casi alcanzan el millón de personas

Las diversas iniciativas diplomáticas planteadas durante la semana pasada quedaron finalmente difuminadas por la dinámica de la guerra. El gobierno norteamericano no quiso que se produjesen fisuras en el bloque aliado como ya sucediese durante la guerra en la ex Yugoslavia. Además, no quiso cometer el mismo error que entonces, al considerar que Europa estaba madura para solucionar sus propios problemas, y asumió su papel de líder dentro de la OTAN para eclipsar, con la determinación de llegar hasta el final por vía militar, las iniciativas de paz que aparecieron entre los miembros de la alianza durante la semana pasada.
Rusia se debatió en medio de la vorágine entre Serbia y la OTAN para negociar el fin de la guerra. Tanto los planes de paz propuestos por la ONU como el diseñado por el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, ambas muy similares entre sí, fueron desestimados por Milosevic. Los principales puntos de divergencia bloquean cualquier opción de acuerdo. En primer lugar, está el asunto del despliegue militar. Para Belgrado es inadmisible el envío de tropas en suelo yugoslavo. Lo máximo que estarían dispuestos a aceptar serían observadores desarmados que no fuesen ciudadanos de los países que forman parte de la OTAN.
Otro punto que parece insalvable de momento es el de la forma de gobierno para Kosovo. Para Serbia es inaceptable la independencia de la región y según se han desarrollado las cosas los albano-kosovares no estarían dispuestos a lograr menos. Y el tercero sería en asunto del cese de los bombardeos. Yugoslavia pide el cese de los mismos antes de cualquier señal de cambio, mientras que los aliados piden gestos inequívocos para cesar los ataques. Por su parte, el Plan del Grupo de Contacto se fundamenta en lo negociado en Rambouillet, lo que en estos momentos no tiene mucho futuro. Mientras tanto, Yugoslavia anunció su adhesión al pacto entre Bielorusia y Rusia la semana pasada como medio para reforzar los lazos paneslavistas y buscar una implicación más directa de los únicos países que han apoyado a Serbia durante el conflicto.


Straw autoriza el inicio del proceso de extradición

Jorge Galián López.- La última decisión de Straw ha marcado el final del proceso acerca de la inmunidad de Augusto Pinochet y el principio del juicio de extradición. El ministro de Interior británico, tal como le sugirieron los lores, revisó su resolución de diciembre e hizo pública una nueva. En ella daba su consentimiento para seguir con la causa abierta contra él en España y rechazaba las razones humanitarias que alegaba la defensa. El cambio más importante entre las dos decisiones que ha tomado Straw sobre Pinochet es la reducción de los delitos por los que se puede juzgar al ex dictador. A instancia de los lores, sólo se le podrá condenar por los casos de tortura y conspiración para torturar cometidos después del 8 de diciembre de 1988, fecha en que la tortura se convirtió en delito de extradición en el Reino Unido.
Este recorte no es motivo suficiente para detener la maquinaria judicial, como pedían los partidarios del general alegando que el proceso ha perdido base jurídica, con la disminución del pliego de acusaciones. Un solo caso de tortura habría sido perseguible y ya hay más de sesenta documentados. Straw basó su decisión en la gravedad de las acusaciones y estimó que el Reino Unido "tiene la obligación de extraditar al Senador Pinochet en aplicación del Convenio Europeo de Extradición". Además, descartó que el juez Baltasar Garzón actúe de mala fe, como dice la defensa.
Las razones humanitarias las desechó porque no parece que sea "injusto" o "insoportable" para él enfrentarse a un juicio, aunque recordó que en caso de que el magistrado decida enviarlo a España él tendrá la última palabra y podrá volver a considerarlo. Garzón acogió la decisión con satisfacción. Mientras, sigue recibiendo y estudiando casos de torturas que le entregan las organizaciones a favor de los derechos humanos en Chile, para ampliar la petición de extradición.
[14-4-1999]


Buteflika, elegido como nuevo presidente
de Argelia tras la retirada de sus rivales

Jorge Galián López.- Las elecciones presidenciales argelinas celebradas el pasado jueves no tuvieron su capítulo más importante en el voto de los ciudadanos, sino en los hechos acaecidos los días anteriores. Buteflika, de 61 años, ganó con el 73,8% de los sufragios y será, por lo tanto, el nuevo presidente, primer civil elegido en las urnas desde la independencia.
Liamín Zerual, presidente saliente, renunció a su mandato, que finalizaba en noviembre del 2000, a causa de las trabas que el Ejército ponía a su programa de reformas. Buteflika, candidato oficialista y preferido del Ejército, tenía todo preparado para una clara victoria. Más aun cuando la televisión y la prensa hacían una clara propaganda a su favor. Con esta evidencia y otras sospechas, la oposición en bloque anunció una semana antes que se retiraría si existía algún asomo de fraude. Y así ocurrió. Un día antes de la votación, decidieron dejar solo a Buteflika. Los seis candidatos retirados quitaron a sus interventores de las mesas electorales y manifestaron que no acatarían los resultados.
La respuesta dada desde el palacio presidencial fue bastante rotunda al comunicar que los resultados eran totalmente válidos, ya que "los candidatos pueden ampararse en la ley para impugnar votaciones y presentar recursos ante la Comisión de Supervisión o ante el Consejo Constitucional. Nadie tiene competencias para anular un proceso electoral en marcha". Buteflika tendrá que lidiar ahora con un país que, tras el golpe militar que impidió la llegada de los islamistas al poder, lleva siete años de violencia continuada con más de 80.000 muertos. Y con una crisis social provocada por el desplome de los precios del petróleo y por una tasa de paro del 30%.
[15-4-1999]


La guerrilla colombiana secuestra un avión con 46 personas a bordo

Fernando Martínez.- El Ejército de Liberación Nacional (ELN), es el responsable de que los 39 pasajeros y siete tripulantes de un avión Fokker-50 de la compañía Avianca fueran secuestrados el pasado lunes. El avión hacía la ruta Bucaramanga, capital de la provincia colombiana de Santander, y la capital del país, Bogotá, cuando poco después del despegue varios individuos vestidos con traje de ejecutivo se cubrieron con pasamontañas y obligaron al avión a aterrizar en una pista clandestina situada en la selva, cerca del río Magdalena.
Los guerrilleros del ELN llevaron por la selva a sus 46 rehenes durante toda la semana, aunque ocho personas fueron liberadas el jueves, entre ellas, un bebé de tres meses de edad. El ejército colombiano ha buscado sin éxito a los secuestrados, debido a las dificultades que ofrece el terreno, con el problema añadido de la crecida del río Magdalena, que hace la búsqueda aún más complicada. El ELN busca con este secuestro que el ejército colombiano se retire de cuatro municipios de la zona para que el grupo guerrillero pueda celebrar una "convención nacional".
Esa parte de la selva colombiana, al noreste del país, es el refugio habitual del ELN y de la otra guerrilla, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Desde hace poco, también es una zona de conflicto, ya que los grupos paramilitares están en continuo enfrentamiento con las dos guerrillas. Tres españoles - Marcos Gallego, José Luis García y Enrique López Franjo - siguen secuestrados por las tropas de las FARC.
[12-4-1999]


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Última actualización: Domingo, 18 de abril de 1999