ENTREVISTA AL EX DIRECTOR DE ABC ANTES DE MORIR

Recuerdos de Guillermo Luca de Tena

Don Guillermo me recibió en su gran despacho en la actual sede de ABC en la calle Luca de Tena. Exactamente el mismo despacho que usaron todos sus antepasados. Cuando el ABC abandonó su legendaria sede de la calle Serrano, se encargaron de trasladar íntegramente el despacho, cuidando hasta la distancia exacta entre el suelo y el techo. Así nos lo contó el anciano periodista y editor, antes de hacer un repaso sobre la historia de su vida, que es la historia del periódico.

| Fotos: www.abc.es
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Guillermo Luca de Tena, en una fotografía antigua de su despacho
SEGUNDA REPÚBLICA

Como hijo de Juan Ignacio Luca de Tena, director de ABC durante la Segunda República, don Guillermo es un testigo de primera mano para recordar todos los pormenores de la lucha de su padre y el periódico contra el Gobierno de la II República. El propio presidente Manuel Azaña dijo aquella célebre frase: “O la República acaba con ABC o el ABC acabará con la república” y, ciertamente el Gobierno hizo lo posible para perjudicar al periódico: “En 1931 mi padre fue acusado de haber matado a un taxista y procesado como asesino, lo metieron en la cárcel y estuvo dos meses hasta que se vio que no existía ni taxista, ni historias, ni nada, ese fue nuestro estreno con la República”.

La postura de Guillermo sobre el respeto a la libertad de la prensa durante aquel sistema no puede ser más crítica: “Si mira, en las editoriales, verá de repente párrafos en blanco, porque nos los censuraban. En la República no hubo libertad de prensa, publicábamos casi todos los días: Este número ha sido visado por la censura”.

El 10 de agosto de 1932, el general Sanjurjo intentó un golpe de Estado, que fracasó, algo que también recuerda muy bien Guillermo: “Ni el ABC ni mi padre tenían nada que ver con aquello del 10 de agosto, pero le volvieron a meter en la cárcel a él y a no sé cuantas personas más y suspendieron alrededor de 100 periódicos. El ABC estuvo casi cinco meses cerrados, con todas las consecuencias económicas porque tuvimos que seguir pagando a los empleados. Hubo censura durante toda la República”.

En 1936, el Gobierno forzó la destitución de Juan Ignacio Luca de Tena como director de ABC, junto con otros directores a través del decreto de reintegración de empleados. “Pusimos en su lugar a Galinsoga, que años después sería director de La Vanguardia y sería un desastre”. Unos meses después aquello el diario fue incautado: “Los republicanos nos quitaron el periódico y lo sacaron durante la guerra bajo el titular “ABC, diario republicano de izquierdas”. El 28 de marzo de 1939 las fuerzas llamadas nacionales tomaron Madrid y el periódico fue restituido a la familia Luca de Tena, legítima propietaria.


Reseña publicada en el periódico del cese de su padre durante el franquismo
RELACIONES CON EL FRANQUISMO

“En ABC nunca fuimos franquistas, salvo en la Guerra Civil. Apoyamos a un bando, pero no para que un señor estuviera 40 años”. El “matrimonio” entre ABC y el general Franco no iba a durar demasiado y en 1944 el propio diario ABC sorprende al publicar en primera página la destitución de Juan Ignacio Luca de Tena como editor del periódico.

“Mi padre fue destituido y obligaron a publicarlo en todos los periódicos de España” –recuerda Guillermo Luca de Tena. “En virtud de la ley de guerra que decía que no podían ser miembro de empresas ni los malos españoles ni los masones, no sé cuál de las dos cosas era mi padre”, ironiza.

En los cincuenta el franquismo destituyó igualmente al hermano de Guillermo, Torcuato Luca de Tena y Brunet, como director del diario a raíz del caso Beria. El diario ABC no volvió a manos de la familia Luca de Tena hasta 1962. “¿Por qué nos lo restituyeron? Porque entra como ministro de Información el señor Fraga. Y fue tan ridícula la destitución de mi hermano en el ABC que lo primero que hizo Fraga cuando le nombraron ministro fue restituirlo. Fraga hizo la Ley de Prensa, que aunque nos obligaba a una auto censura, mejoró mucho las cosas”. El ideal de Guillermo, como el de toda su familia, era la monarquía parlamentaria: “Yo formé parte del Consejo Privado del conde de Barcelona, con Areilza de secretario. Cuando Franco nombró a Juan Carlos sucesor, estábamos todos reunidos en Lisboa con el conde”.

LA GUERRA ENTRE HERMANOS

Al llegar la democracia, en ABC estalla una guerra accionarial entre Torcuato y Guillermo, el primero en posiciones más postfranquistas y el segundo más bien suarista. “A mí me parecía descabellado el franquismo sin Franco. Mi hermano era más de Alianza Popular y yo era más de la UCD. Pero nunca pertenecí a ningún partido en concreto, creo que no se debe permanecer a ningún partido, aunque no me importa decir que soy de derechas”.


Guillermo Luca de Tena, junto a su padre Juan Ignacio y su hermano Torcuato Luca
Durante aquella disputa ocupó la dirección del diario José Luis Cebrián, del Opus Dei. “Pensamos que todos que mi hermano lo tenía que dejar. Cebrián había sido director de uno de esos diarios que sacaron en los sesenta para intentar hundir a ABC, y tuvo cierto éxito. Así que lo nombramos director, pero no fue porque fuera del Opus, sino fue exclusivamente por temas profesionales”. Para marzo de 1977, la guerra accionarial se había resuelto a favor de Guillermo, que asumía la dirección. “Cebrián no casó bien con los lectores de ABC y no tuvo mucho éxito. Entonces se empeñaron en el Consejo en que yo fuera director y lo fui, aunque no por demasiado tiempo”.

LA LEGALIZACIÓN DEL PCE

Durante aquella etapa, Suárez legaliza al Partido Comunista, algo a lo que el ABC se opuso radicalmente. Es uno de los pocos momentos de la entrevista en que don Guillermo duda intentando explicar la situación de entonces: “Nosotros formamos parte de una generación... yo tenía 7 años cuando estalló la Guerra Civil... y todo lo que nos contaban del comunismo... los asesinatos, eran monstruos... para nosotros eran el diablo multiplicado por dos... mataron a tantos curas, a obispos... de Santiago Carrillo nos decían que era el autor de la matanza de Paracuellos del Jarama, que fue una barbaridad. Ahora parece que sólo mataron los nacionales. Y ahora resulta que todos somos fascistas. En Alemania siguen ilegalizados los partidos nazis... ahora acaban de ilegalizar a Batasuna y ANV. Nosotros considerábamos entonces al Partido Comunista tan malo como Batasuna hoy”. El Partido Comunista no era demócrata entonces, aunque luego haya cambiado. La Unión Soviética era el paraíso para ellos y nosotros no queríamos la Unión Soviética en España”, explica.

En los años setenta y ochenta, los “años de plomo” del terrorismo, los atentados no ocupan grandes espacios en la prensa, pero quizá en el ABC bajo la dirección de Guillermo es donde más destacan las portadas con grandes titulares sobre el tema y en ocasiones acompañados de crudas fotografías. “Nos parecía que había que acabar con aquello. Suárez se enfadaba muchísimo por la posición de ABC informando de atentados terroristas en su portada. Yo sigo pensando que se deberían haber hecho algunas cosas que ahora no serían oportunas: el estado de excepción. A mí me ha llamado algún ministro de Felipe diciéndome que yo figuraba en alguna lista como posible víctima de atentado. Ahora ya, que soy un viejo, no creo que les importe”.


Artículo de Tejero que causó tantos problemas en el periódico
EL GOLPE DE ESTADO DEL 23-F

Guillermo Luca de Tena era uno de los principales directores de periódicos cuando se produjo el intento de golpe de Estado del 23-F. Lo recuerda así: “Yo estaba oyendo la radio en mi despacho de la calle Serrano, y me enteré en directo cuando entró Tejero. Me quedé estupefacto. En ningún momento percibí ningún apoyo de la redacción a aquello. Eso se ha tergiversado, porque parece que El País fue el único diario que estaba en contra del golpe. Pero recuérdese el editorial de ABC, que sacamos cuando aún estaban los rehenes. Yo pensé que igual que tomaron TVE los golpistas iban a tomar los periódicos. Por eso les dije a los subdirectores, Miguel Torres y Paco Giménez Alemán, que si venían los militares a obligar a sacar una edición en apoyo al golpe se aseguraran que no saliera mi nombre como director”. Para Guillermo está claro que el diario El Alcazar sí estaba implicado en el golpe.

Pero el momento más duro de su estancia de director (1977-1983) fue la furia del presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo: “Yo tuve un problema gordísimo con el presidente Calvo Sotelo porque se me ocurrió publicar un artículo de Tejero. Mi idea era publicarlo para que la gente viera lo imbécil que era. Y la gente se pensó que era un artículo de apoyo a Tejero. Fue una cosa tremebunda ¡Uy si se molestó! Se puso hecho un basilisco. Alguien le debió calentar la cabeza... yo nunca le he visto tan furioso... se pasó mucho tiempo sin hablarme... Tal vez me equivoqué”.

De El País reconoce que pronto se convirtió en “un gran periódico”, aunque no comparta sus ideas. “Yo he sido amigo personal de Jesús de Polanco desde mucho antes de que saliera y hemos mantenido la amistad por encima de la competencia, haciendo distinción entre los periódicos y las personas”. Ahora, Guillermo y Jesús deben compartir muchas horas de tertulia en el cielo, donde descansan de una intensa vida entregada al Periodismo.

Su opinión sobre Pedro J. Ramírez revela sentimientos contrapuestos. Ramírez fue columnista de ABC durante la etapa de Guillermo Luca de Tena y de ahí saltó a la dirección de Diario 16. Durante el juicio del 23-F, publicó artículos vinculando a ABC con el 23-F, algo que forzó al diario a presentar una demanda contra un antiguo inquilino de la casa. “Yo críe a Pedro J. Ramírez a mis pechos. Pero Pedro J. con tal de progresar ha hecho muchas cosas que ABC nunca haría... este periódico es distinto. Nosotros no falseamos como él, él sabía que estaba falseando cuando publicó aquello, fue penoso, lamentable, injusto y reprobable en todos los sentidos. Porque no era verdad”.

Aún estoy preguntándole sobre Pedro J. cuando Guillermo se adelanta con la siguiente frase: “El otro es un traidor. Ese por el que sé que me va a preguntar”. Sabía bien que iba a preguntarle por el que fuera director de ABC desde 1983 a 1998, Luis María Anson. “Anson es un periodista brillantísimo. Fue decisión mía, no pensé que luego iba a ser un traidor a esta casa. A él le nombramos director de Blanco y Negro en los setenta y ya nos hizo la primera faena porque no le quisimos nombrar director y entonces se enfadó y se fue y se pasó a La Gaceta Ilustrada”.

Luego consigue que Suárez y la UCD le nombró presidente de la agencia EFE. Pero cuando ganó el PSOE sabía que le iban a quitar y yo le propuse asumir la dirección de ABC. El diario pasaba por una gran crisis, al llegar los años ochenta los periódicos que había eran todos nuevos, todos los periódicos viejos estaban empezando a desaparecer. A nosotros nos sobraban empleados, más de 1.000”.


Luis María Anson observa atento la firma de su antecesor como director
“Anson tuvo un gran éxito del ABC, tal vez con mucha polémica, pero subió mucho la tirada, se pagaron las deudas. Ya digo, empresarialmente un éxito total. Fue el director que más ha durado de toda la historia de ABC. En un momento consideré que su etapa debía terminar y él dimitió antes de que le cesara, pero se le trató con mucha generosidad: se le hizo consejero de Prensa Española, presidente de El Cultural, pero nos respondió como merecemos... un traidor... el fundó La Razón para destruir al ABC. No sabíamos que acumulaba tanto odio contra una casa que le había hecho famoso con una generosidad sin límites a él y a sus hijos.

MARIO CONDE QUISO COMPRAR ABC

Entre las ofertas de concentración, destacó la de Mario Conde en los noventa. “Mario Conde quería comprar ABC. Me lo dijo personalmente. Se lo confesé a Anson -que entonces era hombre de mi confianza y no un traidor- y se lo debió soltar a Luis Herrero, que fue quién lo hizo público en un libro. Conde quería ser presidente del Gobierno de España y para eso necesitaba medios de comunicación. Pero no quiso destruirlo, el que quiso destruir al ABC, insisto, fue Anson. Mario Conde sólo quería ponerlo a su favor”. Guillermo Luca de Tena llegó a tener que colgar un teléfono diciendo: “Lo siento pero mis acciones no están en venta... señor”, al otro lado estaba el conde de Barcelona, cercano entonces a Mario Conde.

Con Alex Springer como socio y Ferrán Monegal -hoy crítico de TV- de director, Guillermo Luca de Tena sacó en 1991 el diario Claro: “Se enfocó mal desde el principio. Sacamos ese periódico, que tenía un punto de salida de 300.000 ejemplares, aquello fue una catarata de pérdidas. Yo lo que sí hice fue al mes y medio cerrarlo. Vino Springer de Alemania, cenamos en el Ritz y le dije que no pondría ni un céntimo más a este proyecto, y lo cerró él. Fue una mala inversión”. El periódico Claro es uno de los mayores fracasos mediáticos, junto con El Sol de Anaya, aquel mismo año.

En 1992, Guillermo firma un artículo en la tercera de ABC cuyo titulo no puede ser más claro: “Las traiciones de Javier de Godó”. Javier Godó, conde de Godó, presidente y editor de La Vanguardia, teóricamente era socio de ABC en Antena 3 Radio. “Este señor nos vendió sin que nos enteráramos. Antena 3 Radio lo creamos José Mario Amerio y yo. Y fuimos reuniendo gente, entre ellos Godó. Y con los años Godó fue comprando y vendiendo acciones, sin contárnoslo a los demás de manera encubierta. Y un día nos enteramos de que nos había vendido a Polanco (Antena 3 Radio desapareció y sus emisoras se integraron en la cadena SER). El que estuvo ahí alocado fue Jiménez de Parga, que hubo un consejo dónde un día votaron una cosa y al día siguiente la contraria. Total, que nos quedamos sin Antena 3. Quizá el artículo fue excesivo, pero todo lo que digo es verdad. Su padre, el anterior conde de Godó me decía ‘¿tú crees que él sirve para eso?’ Y yo le contestaba ‘sí, sí, seguro’. Me equivoqué... hundió el trabajo de tres generaciones. Otro traidor”.

Cómo última pregunta, la de la situación actual de ABC, comprado por el grupo Vocento: “El mundo va hacia a empresas de comunicación más poderosas de lo que era la nuestra. Todavía está un poco por ver... pero creo que es positivo. En este momento estamos todos sufriendo la crisis económica... por la caída de la publicidad. Los periódicos nos hemos convertido en unas pulguitas comparados con lo que fuimos. Vocento aún no tiene una televisión, pero va tras ella”. Aquello me sorprendió, porque en aquel momento Vocento aún era accionista de Telecinco, aunque me quedó claro que Guillermo no consideraba aquella cadena vinculada a su diario. Poco después se haría público que Vocento había vendido su participación en la cadena italiana.

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