Roberto J. Madrigal.- Las salmantinas fueron la sorpresa agradable de la Copa, pero les venció el cansancio de jugar tres partidos en tres días. El entrenador del Viajes Halcón, Jorge Méndez, quiso ir a lo seguro y mantuvo en la cancha siempre que pudo al quinteto inicial.
Enma Bezos, Nieves Llamas, Amaya Valdemoro, Anna Montañana y Elisa Aguilar. Las suplentes anotaron en todo el torneo ¡4! puntos, en el primer partido, contra el Universitat de Barcelona (68-72). El poco banquillo y el cansancio de tres partidos en tres días, todos reñidos y con defensas fuertes, le dieron la puntilla a las salmantinas. No se puede pedir mucho más para un equipo que de la temporada pasada sólo conserva a Amaya Valdemoro (que también juega en la WNBA, la Liga norteamericana) y Nieves Llamas.
Las gallegas del Celta, en cambio, habían superado en la primera ronda al C.B. Navarra, uno de los equipos que se preveían más débiles (85-75). Y es que en la Liga femenina los equipos punteros (los tres o cuatro primeros, que son los que realmente optan al título) tienen suficientes ingresos como para mantener a una buena plantilla. El resto se conforman con aspirar a alguna plaza que dé acceso a la Copa Ronchetti o a cumplir una buena actuación en la Copa. Era la primera vez que la Copa de la Reina se disputaba con ocho equipos, y no sólo con cuatro. Así se entiende que la revelación del torneo del año pasado, el Ciudad de Burgos, cayese eliminado en la primera ronda. Su verdugo fue el Ensino de Lugo, derrotado en semifinales por el Viajes Halcón (68-58).
El Banco Simeón, más compensado, liderado por una veterana como Ingrida Jonkute, supo dosificar a su plantilla y, a la postre, sacarle un mejor rendimiento en los últimos minutos del partido decisivo, por lo ajustado del marcador. El peor partido del Celta fue, sin embargo, el de la semifinal. La disputó contra el equipo anfitrión, el Caja Rural de Canarias, que sin ser uno de los equipos poderosos de la Liga femenina derrotó a las primeras de cambio al máximo favorito, el líder indiscutido de la Liga femenina: el Ros Casares Godella. Y lo hizo con contundencia: 74 a 93, el resultado más abultado de toda la fase final. En un partido durísimo, el Canarias, motivadísimo por jugar en casa, maniató el ataque del Celta. Sin embargo, lo que ganaron en defensa lo perdieron en el ataque y lo acabaron pagando, con una derrota por tres puntos, con un tanteador bajísimo: 57-54.
[7-1-2001]